lunes, abril 30, 2007

¿Cómo curar el resentimiento?

Cuando vemos personas heridas por el Resentimiento hay que recordar que:

EL AMOR A DIOS LLENA TODAS LAS ASPIRACIONES HUMANAS

  1. Dios nos ha elegido como si fuéramos su único hijo.
  2. Dios quiere lo mejor para nosotros y nos dice la verdad.
  3. Jesucristo nos comprende y es el amigo que nunca traiciona.
  4. Si vivimos con Dios estaremos siempre contentos y llenos de paz.

Los juicios y las actuaciones de los hombres

  1. Muchos se mueven por intereses egoístas y hacen complicidad con otros.
  2. Muchos juzgan de una manera injusta o sesgada, sin tener en cuenta el honor de las personas o la verdad de los hechos.
  3. Muchos actúan buscando el poder o el protagonismo, movidos por la propia vanidad.
  4. Muchos temen quedar mal frente a los ojos de los demás y no intervienen para decir la verdad. Se esconden tímidamente con muchas justificaciones para tranquilizar sus conciencias.
  5. Muchos creen que ellos mismos son la solución de las cosas y no admiten o minimizan otras opiniones.
  6. Muchos contestan con el silencio faltando constantemente a la Caridad.
  7. Muchos al escoger están haciendo acepción de personas y no una selección correcta.
  8. Como consecuencia de lo anterior muchas personas viven resentidas contra otras más o menos cercanas (familiares, Jefes, colegas de un trabajo, funcionarios, “amistades”) y llevan esta herida toda la vida.

Cuestionamientos humanos (heridas que llevan dentro muchas personas)

Se oye decir con frecuencia:

  1. Los políticos y los jefes solo buscan el poder para manejar ellos las cosas y lograr beneficios propios y de sus grupos. (los que son candidatos no buscan servir sino recibir).
  2. Mi jefe nunca toma la iniciativa para llamarme, ni cuenta conmigo para trabajar juntos. Sólo me saluda y pasa de largo.
  3. Mi jefe es un argollero, hace acepción de personas y solo trabaja con la gente de su confianza y está esperando el momento para deshacerse de las personas que no son de su entorno.
  4. Si nunca me llama ni me hace participar de sus cosas ¿cómo va a ser mi hermano o mi amigo?
  5. De este trabajo vamos a salir despedidos en cualquier momento.
  6. Mira todo lo que se consigue él (sueldos altos, gollerías) y mira cómo nos tiene a nosotros (sueldos muy bajos, sin posibilidad de mejorar).
  7. Habla como si fuera Dios, cree que lo sabe todo y que siempre tiene la razón. Cuando habla se coloca en un nivel superior. Te habla desde arriba.
  8. Todo el mundo sabe que tiene muchas deficiencias y continúa en el trabajo. Ya lo he dicho mil veces y nadie hace nada.
  9. No me hacen caso. Yo lo dije antes y no me hicieron caso.
  10. Este no sirve para nada, hay que botarlo. No tiene remedio es un corrupto.

Preguntas

  1. ¿Hay que dejar que las cosas sigan así? (¿que muchas personas vivan con un resentimiento, o que se toleren los maltratos de quienes poseen algún poder?), ¿o se debe intervenir?
  2. ¿cómo habría que intervenir?

Criterios a tener en cuenta

  1. El resentimiento puede proceder de la envidia o de la falta de comprensión de las personas. Es un pecado que se debe combatir.
  2. El maltrato de los “grandes” sobre los “inferiores” es un abuso y una falta (pecado), contra la justicia y la caridad.
  3. El único que puede llenar todas nuestras aspiraciones es Dios. Las personas que se alejan de Dios irán entrando en las peleas humanas de unos contra otros para defender los propios intereses personales o de grupo.
  4. Jesucristo es el o y el ejemplo. A El lo dejaron solo todos (se quedó sin amigos) y padeció (junto a los maltratos físicos) la soledad y la indiferencia.
  5. Las cosas hay que hacerlas cara a Dios y no cara a los hombres. Si los hombres no nos eligen ni nos tienen en cuenta, Dios nos ha elegido para El y para que seamos felices junto a El toda la eternidad. La piedra del edificio que desecharon los hombres será la piedra angular” (Act. 4,11).
  6. El espíritu crítico no es bueno. “No juzguéis y no seréis condenados…”(Luc. 6,37) “perdonar 70 veces 7…” (Luc. 17,4) “devolver bien por mal”, “Ahogar el mal en abundancia de bien” Saber perdonar y no guardar rencor. El que realmente perdona se olvida de los agravios que ha recibido.
  7. El amor de Dios es tan grande que uno vive feliz, sin ningún resentimiento y tratando de ayudar a todas las personas sin excepción.
  8. Existe el juicio final. Todo se sabrá y Dios premiará a los justos y a los que han sido fieles.
  9. No hagamos con los demás lo que no nos gustaría que hagan con nosotros. Actuar siempre con justicia y caridad. Decir siempre la verdad y no tener miedo. Ayudar y dar la mano al más débil (tenerlo en cuenta).
  10. Hablar con mucha paz, con delicadeza y respeto, tratando bien a las personas. No emplear la política del disimulo o el silencio cuando se deben decir las cosas con la mayor honestidad posible.
  11. Contar con la ayuda de nuestra Madre la Virgen, que nunca se olvida de nosotros.

Esperamos sus opiniones

miércoles, abril 18, 2007

Perseverancia en el camino divino

Las Vocaciones

  1. Dios escoge y llama a personas para que le sigan entregándolo todo. Les pide fidelidad hasta la muerte.
  2. Es evidente que siempre hacen falta muchas vocaciones. Es lo que se suele oír en todas las épocas y en todos los sitios. Los asuntos de Dios salen adelante con vocaciones.
  3. Se deduce lógicamente que es voluntad de Dios que hayan muchas vocaciones.
  4. La Iglesia siempre ha rezado por el aumento y la perseverancia de las vocaciones.

Los responsables de las vocaciones

  1. Dios ha dejado en medio de los hombres la responsabilidad de descubrir y de cuidar las vocaciones.
  2. Los primeros responsables de las vocaciones son los padres de familia, después el colegio, luego las personas que más directamente tiene que ver con su vocación (directores, formadores) y los demás que están cerca.
  3. Quienes tienen responsabilidad de conseguir y de cuidar las vocaciones deben ser personas íntegras en su conducta y en su moral, con gran celo apostólico y un amor a Dios desbordante. Es la única manera de poder cumplir con esta misión, que es sumamente importante y delicada. Deben poner todos los medios para conseguir que no se pierda ninguna vocación.
  4. Además cada uno es responsable de su propio camino. Quien tiene vocación debe actuar siempre con rectitud de intención, siendo sincero y obedeciendo a quienes le ayudan a ser fiel. Debe luchar para evitar los obstáculos que pueden poner en peligro su vocación.

Las deserciones

1. Las historias de las deserciones son distintas y complejas. No se pueden encuadrar dentro de parámetros generales. Cada persona tiene su historia.

1. En la historia del hombre aparecen aciertos y equivocaciones, enfermedades físicas y psíquicas, el pecado y sus secuelas; trastornos ocasionados por terceros, circunstancias ambientales o laborales y otras situaciones que pueden afectar el desarrollo normal de una vocación.

2. En la historia de las deserciones la responsabilidad principal la deben compartir: el propio candidato, su familia, las personas responsables de cuidar su vocación y los demás que están cerca. (el grado de responsabilidad depende de las circunstancias).

3. No es correcto que frente a las deserciones se actúe como si no hubiera pasado nada o como algo que necesariamente tendría que haber pasado. Son más bien situaciones dolorosas que hay que encomendar mucho y sacar la experiencia necesaria para evitar que se repitan.

Reflexiones

  1. El tema de las vocaciones es de ámbito sobrenatural. Si se pierde esta dimensión se distorsiona todo.
  2. Cuando se trata de menores de edad, la familia tiene un papel importante. No deben oponerse nunca a los planes que Dios pueda tener con sus hijos cuando les llama a servirles. Al contrario deben ayudar para que esa vocación no se pierda.
  3. El colegio debe poner los medios para evitar que una persona que tenga vocación pierda ese camino.
  4. Las vocaciones proceden de los distintos sectores de la sociedad y pueden llegar de los modos más variados (la familia, los amigos, alguna circunstancia difícil, la “suerte”, una casualidad).
  5. Es necesario ir puliendo poco a poco a los candidatos, con mucha paciencia y con mucha prudencia. Es como una luz pequeña que empieza a encenderse y cualquier viento la puede apagar. No es prudente exponerles a los peligros para probar su autenticidad.
  6. Un buen número de vocaciones se pierde porque los que han estado al lado no han sabido cuidar bien con el ejemplo y con advertencias oportunas.
  7. A las vocaciones hay que tratarlas muy bien, con mucha delicadeza y cariño. No hay nada como el amor sano y limpio para ayudar a las personas a ser fieles con lo que Dios les pide.
  8. En los sitios donde deben haber vocaciones, si no las hay, están en situación de crisis. En la historia de la humanidad, quienes han sabido corresponder a los planteamientos divinos, se han llenado de vocaciones. Dios quiere contar con los hombres para salvar a los hombres.
  9. Cualquier persona que se encuentre llena de Dios, tiene una fuerza arrolladora que sale de su interioridad, para conseguir y cuidar las vocaciones (reza sin parar y consigue fidelidad).
  10. El tema de la vocación es la respuesta individual a un compromiso de amor con Dios que libera y hace feliz al hombre.
  11. El que tiene vocación debe esforzarse para cuidarla siempre. Tiene un tesoro que no debe perder. Debe ser prudente y obediente para hacer lo que Dios le pide. Debe luchar siempre para vencer las tentaciones que aparecen en el camino.
  12. La Iglesia entera reza para que todos perseveren y nadie abandone el camino querido por Dios.

Agradecemos sus comentarios