sábado, mayo 19, 2007

¿Que significa ser católico?

  1. Ser católico es estar bautizado y unido a la Iglesia por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la comunión. Los bautizados que no realizan plenamente dicha unidad católica están en una cierta comunión, aunque imperfecta, con la Iglesia católica. (Vid. Compendio del catecismo, n. 168)

  1. Hoy son muchos los que se encuentran en una unión imperfecta con la Iglesia católica. Son bautizados, pero no practican (no van a Misa, no se confiesan) , o viven un catolicismo “light” sin mayores exigencias.

  1. Hay también instituciones que llevan el nombre de Católicas (Colegios, universidades, etc.) y que no forman a sus alumnos para ser buenos católicos.

  1. Muchos, que han recibido una educación católica en algunas instituciones, están contentos con la formación que han recibido y sin embargo son católicos solo de nombre o de criterios cristianos, pero no están unidos con la Iglesia a través de los sacramentos, ni tampoco con las exigencias del Magisterio, o con el gobierno de la Iglesia.

  1. El catolicismo no es una ideología, tampoco una ura o una mentalidad, es una religión. La palabra religión significa atarse, ligarse, comprometerse. El católico es el que vive su religión como le enseña la Iglesia y por lo tanto sabe seguir a Jesucristo, que es el Fundador de la Iglesia y el que instituyó los sacramentos. El católico que ama a Dios ama a la Iglesia y al Papa y vive de acuerdo con la verdad que enseña el Magisterio de la Iglesia.

  1. La Iglesia enseña la religión en sus parroquias, colegios, universidades y otras instituciones, no para que los hombres tengan un conocimiento intelectual de lo que es el cristianismo, sino para que vivan como verdaderos cristianos, unidos a Dios dentro de la Iglesia.

  1. El prestigio de las instituciones católicas lo da la enseñanza y práctica de la religión de sus alumnos. Los padres de familia católicos colocan a sus hijos en una institución católica para que cuiden su fe y crezcan con ella. La Iglesia vela por la ortodoxia de esas instituciones, que garantizan una formación cristiana para sus alumnos.

  1. La Iglesia, a lo largo de los siglos, ha pasado por muchas tempestades. Reinos, Estados y poderes humanos han querido destruirla. Los cristianos han sido perseguidos y martirizados por defender la fe y la moral. En los tiempos actuales también hay persecución contra la Iglesia. Se la califica de retrógrada, intolerante, fundamentalista y exagerada. Se le pide apertura y más tolerancia en los temas morales. Se invita a los que están en esta postura a estudiar un poco la historia de la Iglesia; comprobarán que no es novedad lo que dicen. La Iglesia no va a ceder nunca en las cuestiones de fe y moral. En medio de ese batallar de siglos seguirán llegando las vocaciones y los santos que marcan las pautas para que el mundo se dirija por el camino correcto. La historia se repite y la Iglesia existirá siempre hasta el final de los tiempos.

  1. La educación católica armoniza el crecimiento en la fe con la formación académica. La práctica de la vida cristiana facilita la asimilación de los conocimientos y el desarrollo de la personalidad. No es cierto cuando se dice que la moral que enseña la Iglesia hace a las personas temerosas, o demasiado dependientes. El hombre encuentra la libertad cuando encuentra la verdad. Si se forma a la persona de acuerdo con la verdad su desarrollo será armonioso. Una persona libre sabe someterse a unas leyes que lo protegen y lo hacen crecer, sabe seguir los consejos de los que quieren lo mejor para él. Libertad no es sinónimo de autonomía.

  1. A un católico que vive dentro de la Iglesia le da pena las conductas de los católicos (bautizados) que no viven su religión y que no están dispuestos a cambiar. No estamos haciendo comparaciones entre buenos y malos, simplemente estamos constatando una realidad que duele. Jesucristo, cuando conversaba con la samaritana, al oír todo lo que le decía esta mujer, suspira y le dice: ¿Ay, si conocieras el don de Dios?” Son unas palabras de cariño y no de crítica. A los católicos nos duele que nuestros hermanos en la religión no practiquen su religión como lo pide la Iglesia y nos duele más cuando creen que así están bien y siguen para adelante como si no pasara nada. ¡Cuantas cosas se están perdiendo aquí y además corren el peligro de perderlo todo!

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