martes, setiembre 29, 2009

Cambios profundos
UN FUTURO DE COMUNICACIONES II

Presentamos un programa de la Iglesia porpuesto por el Santo Padre, para construir entre todos la "nueva civilización del amor" a través de la limpieza y orientación de los medios de comunicación. Es un reto al que todos estamos llamados.

El Papa a los sacerdotes: "usad los medios de c
omunicación"
Tema para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010

“El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la palabra” es el tema escogido por Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2010.

El Mensaje para la Jornada Mundial de la 44ª de las Comunicaciones Sociales se dirige especialmente a los sacerdotes, en este Año Sacerdotal y tras la celebración de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

Les invita a “considerar los nuevos medios como un poderoso recurso para su ministerio al servicio de la Palabra y quiere dirigir una palabra de aliento para afrontar los retos derivados de la nueva cultura digital”.

Así lo señala un comunicado del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales que anuncia el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, publicado por la Oficina de Información de la Santa Sede este martes 29 de septiembre, fiesta de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel.

“Si los nuevos medios se conocen y valoran adecuadamente, pueden ofrecer a los sacerdotes y a todos los agentes de pastoral una riqueza de datos y contenidos que antes eran de difícil acceso, y facilitan formas de colaboración y de crecimiento de comunión impensables en el pasado”, explica el Consejo Pontificio.

El comunicado destaca que “gracias a los nuevos medios, los que predican y dan a conocer el Verbo de la vida pueden llegar, con palabras, sonidos e imágenes –verdadera y expresiva gramática expresiva de la cultura digital- a individuos y a comunidades enteras de todos los continentes”.

Ello permite “crear nuevos espacios de conocimiento y de diálogo y llegar a proponer y a realizar itinerarios de comunión”.

“Si se usan sabiamente, con la ayuda de expertos en tecnología y cultura de la comunicación, los nuevos medios pueden así convertirse para los sacerdotes y para todos los agentes de pastoral en un válido y eficaz instrumento de verdadera y profunda evangelización y comunión”, indica.

Y augura: “Serán una nueva forma de evangelización para que Cristo llegue lejos en los caminos de nuestras ciudades y, ante las puertas de nuestras casas, diga nuevamente: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”.

El comunicado también recuerda que “la responsabilidad principal del sacerdote es anunciar la Palabra de Dios hecha carne, hombre, historia, convirtiéndose así en signo de esa comunión que Dios realiza con el hombre”.

La eficacia de este ministerio requiere, por tanto, que el sacerdote viva una relación íntima con Dios, radicada en un amor profundo y en un conocimiento vivo de las Sagradas Escrituras, “testimonio” escrito de la Palabra divina.

En 2009, la anterior Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales ha estado dedicada al tema "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad".

En su mensaje para aquella ocasión, el Papa invitaba “a todos los que emplean las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial los jóvenes, a utilizarlas de una manera positiva y a comprender el gran potencial de esos medios para construir lazos de amistad y solidaridad que pueden contribuir a un mundo mejor”.

La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es la única celebración mundial que convocó el Concilio Vaticano II, y se celebra en casi todos los países del mundo el domingo precedente a Pentecostés.

El recordado Papa Juan Pablo II, gran comunicador, nos decía: "No tengáis miedo" El sacerdote no debe tenerle miedo al mundo mediático, debe contar y trabajar con él, como un instrumento necesario en estos tiempos para lograr la nueva evangelización. Los laicos deben colaborar con los sacerdotes en este nuevo reto que nos propone el Papa Benedicto XVI.

Decíamos en un artículo anterior, recordando a San Josemaría Escrivá, que para que la humanidad progrese y se desarrolle se deben unir las ciencias de la educación y comunicación, buscando a los mejores para que se dediquen a esta importante tarea.

Agradecemos sus comentarios


lunes, setiembre 28, 2009

Entrevista a los periodistas

VIAJE DE BENEDICTO XVI A LA REPUBLICA CHECA


Pregunta el Padre Lombardi: Santidad, le damos las gracias pues también en esta ocasión quiere darnos unos minutos y unas respuestas a las preguntas que hemos recogido al preparar este viaje, dándonos también la oportunidad de augurarle un buen viaje.

Como usted dijo en el Ángelus del domingo pasado, la República Checa se encuentra no sólo geográficamente, sino incluso históricamente en el corazón de Europa. Quiere explicarnos mejor este "históricamente" y decirnos cómo y porqué piensa que esta visita puede ser significativa para el continente en su conjunto, en su camino cultural, espiritual y quizá también político, de edificación de la Unión Europea?


--Benedicto XVI: En todos los siglos, la República Checa, el territorio de la República Checa, ha sido lugar de encuentro de culturas. Comenzamos por el siglo IX: por una parte, en Moravia, tenemos la gran misión de los hermanos Cirilo y Metodio, que de Bizancio traen la cultura bizantina, pero crean una cultura eslava, con los caracteres cirílicos y con una liturgia en lengua eslava; por otra parte, en Bohemia, las diócesis vecinas de Ratisbona y Passau llevan el Evangelio en latín, y gracias a los lazos con la cultura romana-latina, se encuentran de este modo las dos culturas. Todo encuentro es difícil, pero también fecundo. Se podría mostrar fácilmente con este ejemplo. Doy un gran salto: en el siglo XIII Carlos IV crea aquí, en Praga, la primera universidad del Centro de Europa. La universidad es por sí misma un lugar de encuentro de culturas; en este caso, se convierte además en un lugar de encuentro entre la cultura eslava y la germanófona. Luego en el siglo y los tiempos de la Reforma, precisamente en este territorio, los encuentros y los enfrentamientos se hacen decisivos y duros, como todos sabemos.

Doy ahora un salto a nuestro presente: en el siglo pasado, la República Checa sufrió bajo la dictadura comunista particularmente rigurosa, pero también ha experimentado una resistencia tanto católica, como laica, de elevadísimo nivel. Pienso en los escritos de Václav Havel, del cardenal Vlk, en personalidades como el cardenal Tomásek, que realmente han dado a Europa un mensaje de lo que es la libertad y de cómo tenemos que vivir y trabajar en la libertad. Y pienso que de este encuentro de culturas a través de los siglos, y de esta última fase de reflexión, no sólo, de sufrimiento por un concepto nuevo de libertad y de sociedad libre, proceden muchos mensajes importantes para nosotros, que pueden y deben ser fecundos para la construcción de Europa. Tenemos que estar muy atentos precisamente al mensaje de este país.


--Pregunta: Han pasado veinte años de la caída de los regímenes comunistas en el Este de Europa; Juan Pablo II al visitar los diferentes países que salían del comunismo, les alentaba a utilizar con responsabilidad la libertad recuperada. ¿Cuál es hoy su mensaje para los pueblos de Europa oriental en esta nueva fase histórica?


Benedicto XVI: Como decía, estos países sufrieron particularmente bajo la dictadura, pero en el sufrimiento también han madurado los conceptos de libertad que son actuales y que ahora tienen que ser ulteriormente elaborados y realizados. Pienso, por ejemplo, en un texto de Václav Havel, que dice: "La dictadura se basa en la mentira y si se supera la mentira, si todos dejaran e mentir, y si viniera la luz de la verdad, se daría también la libertad". De este modo elaboró el nexo entre verdad y libertad, en el que libertad no es libertinaje, arbitrariedad, sino que está ligada y condicionada por los grandes valores de la verdad, del amor, la solidaridad y el bien en general. De este modo, creo que estos conceptos, estas ideas maduradas en el tiempo de la dictadura no deben perderse: ¡ahora tenemos que volver a reflexionar sobre ellos! Ante la libertad algo vacía y sin valores, hay que reconocer nuevamente que libertad y valores, libertad y bien, libertad y verdad, van juntos, de lo contrario, se destruye también la libertad. Este me parece que es el mensaje que viene de estos países y que debe actualizarse en este momento.


--Pregunta: Santidad, la República Checa es un país sumamente secularizado en el que la Iglesia católica es una minoría. En esta situación, ¿cómo puede contribuir la Iglesia en la práctica con el bien común del país?


Benedicto XVI: Yo diría que normalmente las minorías creativas determinan el futuro y, en este sentido, la Iglesia católica debe comprenderse como minoría creativa que tiene una herencia de valores que no son algo del pasado, sino una realidad muy viva y actual. La Iglesia debe estar presente en el debate público, en nuestra lucha por un auténtico concepto de libertad y de paz. De este modo puede contribuir en los diferentes sectores. Diría que el primero es precisamente el diálogo intelectual entre agnósticos y creyentes. Ambos tienen necesidad del otro: el agnóstico no puede contentarse con no saber si Dios existe o no, debe estar en búsqueda y experimentar la gran herencia de la fe; el católico no puede contentarse con tener fe, debe estar en búsqueda de Dios, es más, en el diálogo con los demás vuelve a descubrir a Dios de manera más profunda. Este es el primer nivel: el gran diálogo intelectual, ético y humano. Luego, en el sector educativo, la Iglesia tiene mucho que hacer y dar, en lo que se refiere a la formación. En Italia hablamos del problema de la emergencia educativa. Es un problema común a todo Occidente: la Iglesia tiene que actualizar, abrir al futuro su gran herencia. Un tercer sector es la "Caritas". La Iglesia siempre la ha tenido como signo de su identidad: salir en ayuda a los pobres, ser instrumento de la caridad. La Caritas en la República Checa hace muchísimo en las diferentes comunidades, en las situaciones de necesidad, y ofrece mucho también a la humanidad que sufre en los diferentes continentes, dando así un ejemplo de responsabilidad para los demás, de solidaridad internacional, que es también condición para la paz.


--Pregunta: Santidad, su última encíclica "Caritas in veritate" ha tenido un amplio eco en el mundo. ¿Cómo evalúa este eco? ¿Ha quedado satisfecho? ¿Piensa que la crisis mundial reciente es una oportunidad que hace a la humanidad más disponible para reflexionar sobre la importancia de los valores morales y espirituales para afrontar los grandes problemas de su futuro? La Iglesia, ¿seguirá ofreciendo orientaciones en este sentido?


Benedicto XVI: Estoy muy contento por esta gran discusión. Este era precisamente el objetivo: incentivar y motivar una discusión sobre estos problemas, no dejar que las cosas sigan su rumbo, sino encontrar nuevos modelos para una economía responsable, ya sea en los diferentes países, ya sea para la totalidad de la humanidad unificada. Me parece que se puede ver hoy que la ética no es algo exterior a la economía, que técnicamente podría funcionar por sí misma, sino que es un principio interior de la economía, pues ésta no funciona si no tiene en cuenta los valores humanos de la solidaridad, las responsabilidades recíprocas y si no integra la ética en la edificación de la misma economía: es el gran desafío de este momento. Espero haber contribuido con la encíclica a afrontar este desafío. El debate actual me parece alentador. Ciertamente queremos seguir respondiendo a los desafíos actuales y ayudar para que el sentido de responsabilidad sea más fuerte que la voluntad de lucro, que la responsabilidad con los demás sea más fuerte que el egoísmo, en este sentido, queremos contribuir con una economía humana también en el futuro.


--Pregunta: Y para concluir, una pregunta algo más personal: en verano, usted tuvo un pequeño accidente en la muñeca. ¿Cree que lo ha superado totalmente? Ha podido retomar plenamente su actividad y ha podido trabajar también en la segunda parte de su libro, como deseaba?


Benedicto XVI: Todavía no está totalmente superado, pero podéis ver que la mano derecha está funcionando y puedo hacer lo esencial: puedo comer y sobre todo puedo escribir. Mi pensamiento se desarrolla sobre todo escribiendo; por este motivo, para mí ha sido verdaderamente un sufrimiento, una escuela de paciencia, no poder escribir durante seis semanas. De todos modos he podido trabajar, leer y hacer otras cosas y he podido avanzar algo en el libro. Pero me queda mucho por hacer. Creo que, con la bibliografía y todo lo que queda, "Deo adiuvante", podría concluirse en la próxima primavera. ¡Pero es una esperanza!


Padre Lombardi: Mil gracias, Santidad, y nuevamente nuestros mejores deseos para este viaje que es breve, pero muy intenso, como usted nos ha explicado, y también sumamente significativo.


[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina]



viernes, setiembre 18, 2009

"Unidos" para medrar

Unidos” para medrar

APETENCIAS DE PODER


Muchos de los que accedieron a los organismos de poder, no ingresaron para servir, como lo habían dicho en sus declaraciones públicas, sino para medrar en beneficio propio. Algunos, que se iniciaron como mansas palomas, fueron escalando posiciones y vendiendo una imagen de buena conducta hasta que llegaron a las plataformas de poder, para convertirse en los caimanes de turno. Ya habían hecho las gestiones con los “amigos” para llenarse de prebendas con los bienes públicos.

Cuando se toca este tema los periodistas suelen decir: “¡nombres!” , “¡denuncie Ud.!como si se tratara solo de acusar a unas cuantas personas y declararlas enemigas del país, por sus actos de corrupción.


La palabra “corrupción” es general y ambigua. Nadie quiere ser calificado con ella. Los mismos corruptos la rechazan, ellos se consideran honrados y limpios. Al mismo tiempo, los que la emplean, no tienen escrúpulo en llamar corrupto a cualquiera, aunque se trate de asuntos nimios. Los políticos se acusan entre ellos de ser corruptos. También existen defensores que opinan que hablar de corrupción es una exageración porque los corruptos son muy pocos.



Sectarismos de complicidad (mafias dentro del poder)


Toda corrupción tiene su punto de partida en alguna desviación o tendencia desordenada del ser humano que la educación no ha podido corregir. El egoísmo humano y el ambiente de competividad con deseos de protagonismo, puede generar grupos de influencia, donde todos se apoyan mutuamente para conseguir beneficios propios.


La misma sociedad competitiva alimenta deseos de poder. Esas mismas apetencias son ya un punto de corrupción, porque lo que se está buscando es el poder y no el servicio. De esas apetencias desordenadas se derivan actitudes y conductas manipuladoras que dan origen a sectarismos en organismos o instituciones, que en vez de estar unidos para defender los intereses de todos, se están peleando en busca de la cutra.


Personas y sistemas

La lupa hay que ponerla antes en las personas que en los sistemas. Los sistemas son manejados por personas que crean las leyes, decretos y procedimientos para actuar. Los mismos sistemas pueden estar protegiendo a grupos de poder que quieren seguir enquistados en los puestos estratégicos, presentando incluso un escenario de limpieza y honradez con expedientes inmaculados.


A pesar de los inconvenientes que puede traer un sistema, vale la pena fijarse bien en la trayectoria que tiene un candidato que aspira a una plataforma de poder. El que elige debe conocer bien a quién elige y no dejarse engañar por las escenografías preparadas por los ambiciosos del poder.


Resulta infantil y pernicioso colocarse en el lugar de los buenos para decirles a todos: “yo soy el mejor, los demás son los peores” Sin embargo muchos se presentan así, con actitudes vanidosas, que reflejan mediocridad y poca categoría humana.


Cuando observamos este panorama nos duele que la educación haya permitido la autopromoción de personas sin criterio moral; la atrevida presentación de un líder narcisista que busca inciensos en sus adeptos, y una lealtad que no defiende la verdad y el bien común, sino los apetitos insanos de quienes se arriman para morder algo del pastel, ofrecido por lo bajo, mientras presentan un proyecto de buen aspecto, que sirva de tapadera.



No se puede gobernar lo ingobernable


Cuando se gobierna para servir a intereses personales o de grupo se crea una impotencia para gobernar en nombre de la justicia. Todo se convierte en un laberinto sin salida y en un círculo vicioso que impide el progreso. Se gastan todas las energías y los recursos en pelear y perseguir a los corruptos que continúan “aprovechando las ocasiones” para llenar sus bolsillos, hasta que los expulsen; pero a la larga todo se “arregla”, porque se ponen de acuerdo para enterrar verdad. Primero hubo una pelea de protagonismo y después una complicidad para tapar:“Si tú hablas yo hablo, mejor callamos los dos y nadie se entera”.


Quien honradamente quisiera arreglar las cosas termina encontrándose con un sectarismo pernicioso que no obedece a ideas u opiniones distintas, sino a intereses y apetencias indebidas. Se puede hablar de la corrupción pero no se puede eliminarla.


Las apetencias desordenadas, si no se corrigen a tiempo, crean en las personas un modo de ver las cosas distorcionado: afanes de buscar cómplices que puedan permitir “negocios” huyendo del honrado, que se conviertirá en un estorbo, por ser un peligro para “los trabajos” que se han hecho con tanto esfuerzo. El que es correcto termina siendo incómodo para el sistema.


Este temor del hombre desordenado por sus apetencias, lo convierte en un ambicioso de todas las posiciones de poder. Expulsará de su lado, no solo a los honrados, también a los otros ambiciosos, que han sido cómplices. El que busca todo para sí se convierte, con mucha facilidad, en un traidor.


El hombre que ha ido trepando y medrando llega a creerse investido de autoridad para marginar al que se le opone. Utilizará todas las artimañas para expulsar al adversario de sus escenarios y ocupar todas las poseciones de poder. Terminará traicionando a muchos hombres y a la patria entera.


Es necesario sanear a las instituciones de afanes protagónicos y apetencias de poder de sus integrantes y elevar la altura intelectual y moral de los líderes para que estén realmente al servicio de todos con honradez y justicia.


Agradecemos sus comentarios

sábado, setiembre 12, 2009

Alzheimer precoz

¿no me acuerdo... o no me interesa?”

EL ALZHEIMER PRECOZ

Cada vez el mundo se preocupa más porque la gente no se acuerda.


Hace poco con ocasión de un aniversario más de la segunda guerra mundial, se organizaron sendas ceremonias con discursos de desagravio y artículos periodísticos que recordaban los sangrientos episodios que no se deberían repetir nunca más.


En los útimos años se han multiplicado las pelícuas que vuelven a traer a la memoria las guerras y los holcaustos más cruentos de la historia (“La caída”, “El niño de pijama a rayas”, “operación valkiria” “Yo soy David” “El noveno día” “El Che” “Michael Collins” “En el nombre del padre”, etc.).


Parece que el mundo teme mucho que los hombres se olviden de un pasado que debería estar siempre presente la mente y en el corazón de todos, para que no se repita.

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El deseo de no recordar

Efectívamente ese presentimiento es real porque cada vez hay más gente, especialmente los más jóvenes, que no les interesa mirar atrás porque viven lo inmediato, piensan que el pasado ya pasó y que no tiene sentido recordar.


En muchas familias las generaciones anteriores ven con preocupación que los más jóvenes no se interesen por el pasado. Cuando se les quiere contar la historia de la familia no prestan mayor atención, ni siquiera a las experiencias de los mismos padres.


La Iglesia en su catequesis predica la vida de Nuestro Señor Jesucristo y nos insta a no olvidarnos que murió por cada uno nosotros y que somos en parte culpables de su muerte. La vida de los santos, (que son también de épocas pasadas), tiene gran vigencia por el testimonio y la herencia que dejaron para que podamos ver la realidad. Son vidas ejemplares que vale la pena conocer.


La película “La Pasión” estrenada hace uno años, causó en el mundo un gran impacto. Era solo recordar los padecimientos reales de Jesucristo que la Iglesia siempre predica, más especialmente durante la semana santa.


La búsqueda de un mundo divertido

El hombre de hoy, más proclive a las diversiones y a pasarla bien, no quiere mirar un pasado de dolor y prefiere cerrar los ojos a la realidad engañándose con utopías o sueños quiméricos de ciencia ficción. No saben que así están desbarrancándose a un futuro mucho más tortuoso.


El no querer recordar lo que se debe recordar, es uno de los factores que influye negativamente en la memoria del ser humano. Al no usarse la memoria convenientemente, ésta se daña.


A las consideraciones que hemos hecho se suma el desarrollo del tecnicismo (memorias electrónicas) que facilitan que el hombre vaya más rápido y que no tenga que usar tanto su memoria (máquinas calculadoras, buscadores, etc.).


Hoy se multiplican personas que están asustadas porque su memoria les está empezando a fallar (se olvidan los nombres, no retienen lo que han escuchado, los recuerdos no so claros), y lo dicen con cierto temor: “no tengo memoria”, “me olvidé...”, “no se qué me está pasando”


La pérdida de la memoria en los jóvenes


Es lógico que una persona entrada en años pueda llegar a una etapa de demencia senil y olvidarse de todo, pero no es lógico que esto ocurra con los jóvenes.


La Asociación norteamericana de Alzheimer ha lanzado una campaña de difusión para advertir que aumentan los casos de demencia senil en personas que aún no han llegado a los 60 años. La Fundación ACE publicó varios artículos de pacientes de 30 y 40 años con Alzheimer precoz y decía que era una tendencia que iba en aumento.


El temido Alzheimer es una degeneración de las células cerebrales que se da con más frecuencia en los varones. Tiene tres etapas: (que no se cumplen necesariamente en todos).


  • Leve: el enfermo se olvida de cosas pequeñas (dónde están las llaves, dificultad para encontrar una palabra o entender un razonamiento, desorientación, etc.).

  • Moderado: dificultad para determinadas compras o gestiones, no poder seguir un programa de televisión, problemas de comprensión, dificultad para llamar por teléfono, retener unos números.

  • Grave: Repetición de frases inconexas, no reconocer a personas, grandes lagunas, desubicarse en el tiempo y en los lugares.


La forma de vivir y el ambiente

En los estudios recientes se ha querido distinguir el alzheimer precoz como si fuera una enfermedad distinta aunque no se han encontrado los motivos o las causas que hagan viable esta distinción. Existen unos factores genéticos, (hereditarios), pero también el modo de vida y el ambiente tienen una influencia que se está considerando cada vez como más importante.


Los sabios consejos que suelen darse para tener una buena salud son óptimos para evitar o alejar la pérdida de la memoria.


  1. En primer lugar es importante decir que la memoria hay que usarla siempre (leer libros de historia, interés por conocer la historia de la propia familia, conocer el bien que han hecho determinadas personas de la historia, aprender de las experiencias de los que nos han precedido).

  2. No dormir menos de 7 horas ni más de 8.

  3. Caminar constantemente y hacer deporte (mejor si es competitivo).

  4. Ejercitar la memoria para acordarse de las personas, con sus nombres y apellidos, los cumpleaños y las fechas significativas.


Y como conclusión tenemos que decir que una persona que sabe amar siempre se acuerda. El que ama suele tener mucho interés y atención por las cosas, además estará en los detalles. El que no tiene amor tampoco tiene interés, no se fijará y seguirá de largo, se meterá en su mundo egoísta y limitado y terminará destruyendo su memoria y su felicidad.


Agradecemos sus comentarios

martes, setiembre 08, 2009

¿Se puede detener la corrupción?

EL LABERINTO DE LAS INVESTIGACIONES HUMANAS


¡Qué difícil es investigar y juzgar con propiedad a los seres humanos! Quien se crea experto en estas lides peca de ingenuidad o de presunción. Las aproximaciones que podemos hacer, en un trabajo de investigación, podrían alcanzarnos pistas y referencias para hacer ciertas conjeturas y comprobar algunos hechos, pero nunca alcanzarían la totalidad de la verdad y mucho menos el conocimiento de las intenciones que tienen las personas.


Dentro de las innumerables crisis que atraviesa la sociedad preocupa más la corrupción. Algunos organismos se defienden creando comisiones investigadoras para detectar a los corruptos. Siempre surge la pregunta: ¿y quién investiga a los investigadores?¿Podría algún investigador decir: “¡a mí no me investiguen!”?


En la escena evangélica de la mujer adúltera, cuando los investigadores la habían sorprendido infraganti y tenían todas las pruebas para lapidarla, como mandaba la ley, oyen de Jesús una frase contundente que los disuade y aleja: “el que esté libre de pecado que lance la primera piedra”. Nadie se atrevió a seguir con la condena.


¿Qué es lo que hace Jesús? La perdona, la corrige, consigue su arrepentimiento y vuelve a tener confianza en ella. A los hombres nos falta descubrir todos estos procedimientos, que sólo se pueden seguir si el corazón está ordenado. En la escena evangélica los que se retiraron tenían primero que arrepentirse de sus propios pecados, para ser dignos al señalar una falta ajena. Y si estaban ya arrepentidos procederían igual que Jesucristo.



¿Existen seres inmaculados, libres de “polvo y paja” ?


En este mundo de confusión y de corrupción es grato encontrar personas que son totalmente trasparentes y desean poner todas las cartas sobre la mesa sin ningún problema. El que tiene una actitud de trasparencia no está diciendo: “soy inmaculado, no tengo ninguna mancha” No existe ninguna persona sin defectos, errores y equivocaciones. Lo malo es ocultar las cosas que se han hecho mal con el propósito de seguir en el mismo camino, sin rectiticar y sin arrepentimiento. Hoy hay muchas personas que son intocables por los sistemas o mecanismos existentes y fabrican verdaderas mafias, para protegerse entre ellos y seguir medrando en sus trabajos.



Sistemas “legales” de ocultamiento de la verdad.


No haría bien quien se ampara en una inmunidad “legal” para actuar incorrectamente sin que se le investigue, ni el que reclama una autonomía para que otros no se metan en lo que está haciendo, porque lo podrían perjudicar. Es urgente desenmascarar a las personas que se refugian dentro de un poder oculto para el beneficio propio.



La voluntad de que se conozca la verdad


San Josemaría Escrivá aconsejaba ser “salvajemente sinceros”, a no tener miedo a decir la verdad, a decir primero aquello que no queremos que se sepa, lo que más verguenza da. Está claro que se refería al ámbito de la dirección espiritual: que otra persona conozca bien, (el director espiritual), las intimidades del fuero interno. En el caso de la confesión de los pecados el sacerdote tiene la obligación del Sigilo Sacramental. No puede revelar a nadie lo que ha oído en confesión.

El penitente que se acerca a la confesión es una persona arrepentida que va para que se le perdone y hace el propósito de cambiar. No es alguien que busque en el sacerdote un cómplice para seguir pecando.



El silencio de oficio y la sinceridad


Existen normas en todo el mundo que protegen el secreto profesional para que no se ventilen asuntos delicados que pueden afectar a personas o a países enteros (secretos de Estado, cuentas bancarias, histórias médicas, etc.).


Existen también normas que regulan los alcances de los derechos de las personas de acuerdo a los compromisos adquiridos. (No es lo mismo el teléfono de una entidad pública, que el teléfono personal y privado).


En algunos cargos, los compromisos se adquieren bajo juramento y esas personas, que suelen estar en la vitrina (todo el mundo los ve), no pueden optar por un modo de proceder oculto. Al contrario deben ser sinceros y trasparentes. En esa apertura estará la garantía de su idoneidad. Las investigaciones no deben ser para perjudicarlo sino más bien para ayudarlo a que sea mejor. Investigadores e investigados deben estar en la misma línea. Todos debemos querer que gane el bien, la justicia y la idoneidad de las personas.


Si los procedimientos son siempre de trasparencia y verdad, los que se encuentren en una situación difícil, que no ha sido conocida, deben tener el valor de dar un paso al costado. Es mejor el reconocimiento de los errores, por muy grandes que sean, y la rectificación, que permanecer en la hipocresía, con una corrupción que además va a terminar, tarde o temprano, con el culpable. Todo se paga en la vida y después de la vida se paga más.


Todos seremos juzgados


En la novela “La Muralla” de Calvo Sotelo, hay un personaje muy querido, por su familia y por la sociedad, que tiene una enfermedad terminal y se está muriendo. Antes de su muerte se le aparece Dios y le dice: “si tú te mueres ahora te irás al infierno, porque todo lo has conseguido con mentiras e injusticias. Tendrás un entierro con honores, con buenos discursos, incluso una calle llevará tu nombre, te recordarán como una buena persona, pero te irás al infierno. Te voy a dar una oportunidad, vas a sanar y tendrás que decir la verdad, eso te costará la cárcel, el desencanto de tu familia, la soledad, pero como te has arrepentido diciendo la verdad, al morir te irás al Cielo” En la novela se ve la lucha que tiene este hombre con su conciencia y cómo termina diciendo la verdad.


No hay que tenerle miedo a la verdad. El mundo gasta millones en investigar al hombre, se crean comisiones, se pierde mucho tiempo y tal vez todo sea en vano, porque los mecanismos creados por el hombre impiden que se sepan las cosas tal como ocurrieron. ¡Cuantos se ha ido a la tumba sin haber sido sinceros, dejando que la mentira siga ocasionando graves injusticias!


La solución para disminuir la corrupción es convencer al hombre con la verdad para que diga la verdad. No hay otro camino mejor.



MANUEL TAMAYO PINTO-BAZURCO



viernes, setiembre 04, 2009

El miedo de ir al psiquiatra

Necesidades humanas: La salud del alma y del cuerpo

EL MIEDO DE IR AL PSIQUIATRA ¿y al confesor?


En las últimas décadas la ciencia médica ha tenido un desarrollo significativo que ha superado las espectativas que se tenían. Gracias a ella los hombres pueden vivir muchos años más. También en el campo de la psiquiatría los progresos han sido notables.


En los últimos años el número de personas que visita al psiquiatra de un modo periódico ha aumentado significativamente, no porque los hombres hayan empeorado sino más bien porque se considera muy importante y hasta una necesidad acudir con cierta frecuencia al especialista que puede arreglar muchas situaciones que antes quedaban sin solución.


Gracias a la psiquiatría se han armonizado muchas personalidades, con la respectiva felicidad para los pacientes y para sus familias.


El rechazo de ir al psiquiatra

Hasta hace poco algunos pensaban que el psiquiatra era solo para los locos. Decirle a una persona cuerda que vaya al psiquiatra era casi como insultarlo, o decirle que vaya también al manicomio.


Hoy en cambio, las personas se han dado cuenta de la necesidad de la psiquiatría para arreglar ciertos trastornos de personalidad que el hombre por su cuenta no puede controlar. A veces se trata de un tratamiento prolongado, o de por vida, que puede consistir en tomar un fármaco adecuado, que no produce efectos secundarios negativos. Es admirable ver los resultados positivos en las personas que antes no tenían la posibilidad de mejorar.



La necesidad de la confesión

La confesión es un sacramento instituído por Nuestro Señor Jesucristo para perdonar los pecados y restituir al alma la amistad con Dios que se había perdido, a través de la gracia que otorga. También la confesión es una necesidad para el hombre que se encuentra alejado de Dios. El que se confiesa bien se siente mucho mejor, por eso se le suele llamar a la confesión el sacramento de la alegría.


El hombre por su propia cuenta no es capaz de salir de una situación de pecado, si se empeña, será peor. Debe acudir al confesor. La experiencia de los que se confiesan es muy interesante y significativa. Desde el punto de vista humano, la confesión es también una ayuda psicológica importante.



Miedo a confesarse

Uno tiene miedo a lo desconocido. En el caso de la confesión quien no conoce las bondades del sacramento puede imaginarse cualquier cosa: nunca podré cambiar”, “¿por qué debo decirle mis pecados a un hombre?”, “¿qué verguenza tener que sacar cosas sucias?” “Basta con ir al psicólogo...” El miedo se pasa cuando uno aprende a confesarse y cuando va teniendo experiencia de lo bien que le viene confesarse con frecuencia.


Psiquiatría y confesión

La psiquiatría no sustituye a la confesión y la confesión tampoco sustituye a la ciencia médica cuando la persona la necesita. Cada vez, en más ambientes, los psiquiatras aconsejan a sus pacientes, que ciertos problemas se resuelven solo con una buena confesión. También los sacerdotes tienen algunos nombres de psiquiatras para entregarlos a los fieles que tengan necesidad de iniciar un tratamiento. El sacerdote en la dirección espiritual no podrá resolver los problemas que necesiten de la intervención de un psiquiatra. El Psiquiatra tampoco podrá resolver lo que es de confesión.

En muchos casos es necesario el complemento de ambos tratamientos, sin que tengan que verse el psiquiatra con el sacerdote.


Los fieles o los pacientes deben ser dóciles a estos tratamientos complementarios que muchas veces logran que las personas y sus familias mejoren notablemente. No hay que tenerle miedo ni al psiquiatra ni al confesor.


Los buenos y los malos

En todos los lugares del mundo hay buenos y malos. Esto también ocurre con los psiquiatras y sacerdotes. Si uno tiene la mala experiencia de haberse topado con un mal profesional o con un sacerdote equivocado, no podría generalizar pensando que todos son iguales y que es muy peligroso acudir a ellos.


Como para las demás profesiones u oficios es necesario conocer sobre la idoneidad y calidad de las personas. No es difícil enterarse haciendo las averiguaciones convenientes. Existen excelentes psiquiatras y santos sacerdotes, que inspiran confianza y son una ayuda constante y conveniente para una persona o para toda la familia. Es necesario visitarlos con la frecuencia debida.


Es errado pensar que uno solo por su cuenta puede salir adelante en los asuntos espirituales o psicológicos. No deben existir razones para escaparse de esas ayudas, que son más urgentes cuando los demás, especialmente las personas más cercanas, insisten. Si uno no lo considera conveniente, debe ir al menos por los demás. El resultado, en el 99% de los casos, suele ser muy bueno.


El sacrificio de acudir

En muchas ocasiones la dificultad principal para tener citas periódicas con el psiquiatra o el sacerdote es la disponibilidad del tiempo. Hay que tener en cuenta que primero es la salud. Si la salud falla todo se puede perder. Un descuido pensando que el tema no es urgente podría traer consecuencias fatales. Es necesario sacrificarse y dejar otras cosas que se consideran, y tal vez son, más importantes, para acudir con diligencia a esas ayudas que son necesarias para que todo mejore.


Responsabilidad de la familia

Puede ocurrir que la persona que necesita ir al psiquiatra no quiera hacerlo y se resista siempre, aunque las personas de su entorno se lo pidan encarecidamente, y podrían los familiares acostumbrarse a vivir con esa persona rebelde, resignándose a sufrir los maltratos, que habitualmente, y sin querer, propina quien está enfermo. Hay que tener en cuenta que muchos enfermos no se dan cuenta de sus propios trastornos psicológicos. La medida que tienen de sí mismos no es correcta.


La familia debe acudir al médico para que éste les oriente en los procedimientos. No se puede dejar que el enfermo continúe así. Lo exige el bien suyo y el de todos los demás.


A las personas hay que formarlas de tal modo que aprendan a ser siempre muy dóciles al médico y a los tratamientos que deben seguir. La comprensión de estos procedimientos está al alcance de una inteligencia normal. Si por algún motivo el enfermo ya no está en condiciones de decidir, los familiares deben poner los medios para que vaya al médico, aunque se resista.


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