jueves, febrero 28, 2013


La oración de un Papa santo
POTENCIA SUPLICANTE
Una de las cabezas más claras y prestigiosas del mundo ha decidido dedicarse a la actividad más importante que un ser humano pueda realizar en este mundo: rezar. Las palabras de renuncia pudieron sonar a retirada o abandono, pero él mismo lo ha dicho en su última salida por la ventana a la hora del angelus: “no me he retirado de la Iglesia”; coincidía ese domingo el evangelio de la Transfiguración, cuando Jesús invita a tres de sus discípulos a subir al monte para orar. La oración exige una ascensión, un subir por encima de todo lo temporal para encontrase con Dios en la contemplación.
La contemplación no es un romanticismo místico es ver una realidad desde una altura que Dios permite y orientar la vida con las coordenadas previstas para llegar a la meta que todos los hombres debemos alcanzar. El Papa Benedicto XVI inicia esa ascensión y pone al mundo en catarsis, todos asombrados y atentos para ver qué pasa; pero solo los que puedan rezar podrán percibir la esencia y trascendencia del momento histórico, que es un hito en el camino para la salvación de la humanidad entera.
El Papa Benedicto XVI se vuelve a convertir en el Panzer que fortalece a la humanidad  con su oración intensa que consigue la coraza y la protección que necesita el mundo para resistir a los ataques del enemigo. Los instigadores del mal siempre están al asecho inventando, con miles de argucias, las críticas más irreverentes para destruir la Iglesia. La oración es un arma poderosísima, quienes la utilizan tienen la garantía del triunfo.
En estos días hemos visto el agradecimiento de miles y de millones en todo el mundo por el enorme bien que hizo Benedicto XVI a la Iglesia en estos tiempos difíciles de relativismo. Su obra, prolífera y genial, ha permitido el crecimiento y la expansión del cristianismo en todo el mundo, a pesar de la crisis económica y moral del viejo continente europeo que empieza a dar signos de recuperación después de una aparatosa caída.
Benedicto XVI fue el Papa que la Iglesia necesitaba  para estos tiempos, gracias a su esfuerzo y entrega  fue fiel a lo que el Señor le pedía. Ahora él seguirá haciendo la voluntad de Dios como una potencia suplicante dentro de los muros del Vaticano. Así lo ha manifestado el día de su renuncia: «También en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria». En los años de pontificado ha repetido a menudo: «El corazón de la Iglesia no está donde se proyecta, se administra, se gobierna, sino donde se reza».
Víctor Messori comentando las palabras del Santo Padre decía:  “su servicio a la Iglesia no sólo continua, sino que, en la perspectiva de la fe, se hace aún más relevante: si no ha elegido un monasterio lejano —quizá en Baviera o el de Montecassino, que el Papa Wojtyla había pensado como último recurso—, es posiblemente para dar testimonio, también con la cercanía física a la tumba de Pedro, cuánto desea permanecer junto a la Iglesia, a la que quiere donarse hasta el final”.
“Tampoco es casual, obviamente, el haber privilegiado a los muros impregnados por la oración como es el de un monasterio de clausura. No obstante, si la permanencia en el Vaticano fuese permanente, la discreción proverbial de Joseph Ratzinger asegura que no existirá ninguna interferencia con el gobierno del sucesor. Estamos convencidos de que rechazará incluso el papel de «consejero» lleno de años, pero también de experiencia y de sabiduría, incluso aunque hubiera peticiones explícitas del nuevo papa reinante. En su perspectiva de fe, el único verdadero «consejero» del pontífice es el Espíritu Santo que, bajo la bóveda de la Sixtina, le ha señalado con el dedo”.

Y es precisamente en esta perspectiva religiosa que está, quizá, la respuesta a otro interrogante: ¿No era más «cristiano» seguir el ejemplo del beato Wojtyla, esto es, la resistencia heroica hasta el final, en vez del ejemplo de san Celestino V? Gracias a Dios, son muchas las historias personales, muchos los temperamentos, los destinos, los carismas, las maneras de interpretar y vivir el Evangelio. Grande, a pesar de lo que piensen quienes no la conocen desde dentro, grande es la libertad católica. Muchas veces, el entonces cardenal me repitió, en las entrevistas que tendríamos a lo largo de los años, que quien se preocupa demasiado por la difícil situación de la Iglesia (¿cuándo no lo ha sido?) demuestra no haber entendido que ésta pertenece a Cristo, es el cuerpo mismo de Cristo. Por tanto, le toca a Él dirigirla y, si es necesario, salvarla. «Nosotros», me decía, «solamente somos palabra del Evangelio, siervos, y por añadidura inútiles. No nos tomemos demasiado en serio, somos únicamente instrumentos y, además, a menudo ineficaces. No nos devanemos demasiado los sesos por el futuro de la Iglesia: realicemos hasta el final nuestro deber, Él pensará en lo demás».
Existe también, por encima de todo quizás, esta humildad, en la decisión de pasar el testigo: el instrumento va a desaparecer, el Dueño de la mies necesita nuevos operarios, que, por tanto, lleguen, conscientes eso sí, de ser sólo servidores. En cuanto a los ancianos ahora ya extenuados, den el trabajo más valioso: el ofrecimiento del sufrimiento y el compromiso más eficaz. El de la oración inagotable, esperando la llamada a la Casa definitiva”.
Para quienes estamos en la Iglesia, fieles al Santo Padre, estos días son den intensa oración y reflexión con la esperanza de saber que el Señor es quine lo hace todo y que por lo tanto nos entregará, como siempre, al Papa que la Iglesia necesita, rezamos por él y, aunque todavía no lo conocemos, lo queremos muchísimo.
¡Qué lecciones de unidad y amor a Dios nos da la Iglesia en estos tiempos de Relativismo!

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jueves, febrero 21, 2013


¿Qué significa revocar?

LA ELECCIÓN DEL SÍ O EL NO

Impresiona comprobar que en nuestro país un gran sector de la población no está en capacidad de dar un voto democrático conciente. No saben ni por qué ni para qué se acercan a votar dejándose llevar por lo que más les impresiona o por el consenso del grupo que los rodea (familiares, vecinos, el que hace el mejor show). Esta constatación nos debe doler a todos los que amamos de verdad a nuestra patria y a nuestros compatriotas.

Si hiciéramos una encuesta para que la gente nos diga que significa la palabra revocar encontraríamos que muchos no podrían dar una respuesta. De allí la confusión que tienen algunos que creen que el sí es que siga y el no que se vaya (sería más sencilla una célula que ponga para marcar el sí para que siga y el no para que no siga). En fin, nuestro propósito no es comentar la situación política del momento sino la situación en que se encuentran las personas.

Detrás de las campañas y contiendas políticas se pueden ver las ambiciones humanas de los que quieren aprovecharse de la gente para su beneficio propio. Los organizadores  emplean eslóganes con frases atractivas que señalan la limpieza de sus procedimientos y al mismo tiempo acusan al adversario de corrupto e incapaz. Tratan de hundirlo a como de lugar aumentando el volumen de la crítica para ganar la contienda. Es un auténtico circo de enfrentamientos pueriles que ponen en vitrina las incapacidades de unos y de otros.

Frente a este show de enfrentamientos están los electores que tendrán que elegir entre alternativas indeseadas para que gane el que parece menos malo. ¡Qué horror! Así se han elegido a las autoridades y como la excepción confirma la regla, de vez en cuando, hay uno muy bueno que termina acosado con el cargamontón de los “elegidos” por las grandes mayorías, que son auténticas “joyitas”.

 

La mayoría siempre gana (y comete grandes equivocaciones)

El problema está en las grandes mayorías o en la situación en que se encuentra la gente de a pie, cuando no se ha derrotado a la ignorancia. La solución estaría, como lo hemos afirmado reiteradamente en este portal, en la educación. No hay otro camino. Formar a la gente y educarla bien es también enseñarles a elegir bien. Pero por desgracia la educación está en crisis y además circulan teorías que impiden que un hombre eduque a otro hombre, para que no parezca una imposición.

Es clamoroso observar, como lo estamos haciendo ahora, la falta de formación y de cultura para que el voto democrático sea consciente y no manipulado por campañas mediáticas que engañan al elector con falsas promesas. Hoy estamos viendo que los mismos que eligieron son los que quieren revocar.

En este tiempo de relativismo, cuando la palabra compromiso está por los suelos, y cuando da lo mismo la verdad que la mentira, es fácil que las personas den giros de 180 grados sin mayor explicación: hoy canonizan y mañana condenan a la misma persona, hoy se casan locamente enamorados y mañana se odian y no se pueden ni ver.¡Que poca consistencia tienen los planteamientos de fondo!, o mejor dicho: ¡no existen planteamientos de fondo!, todo es el sentimiento del momento, la huída del sacrificio y tratar de pasarla bien.


El sentido de la revocación

La palabra revocación tiene vigencia pero está muy mal empleada cuando se ve la “paja en el ojo ajeno y no se repara la viga que hay en el propio”  En la vida diaria las personas que se dedican a criticar a los demás y lanzan sin más frases hirientes y descalificadoras, sin ver antes cómo está su propio corazón, se puede decir, sin temor a equivocarse, que están en el error.

Todos debemos revocar antes, el mal que existe en nuestra propia interioridad. Revocar empezando por nosotros. No para eliminarnos sino para sacar el mal.  Revocar significa sacar o apartar. No significa eliminar o descalificar a las personas sino eliminar y apartar el mal que hay en las personas. Aceptar que todas las personas tenemos cosas malas que debemos eliminar, con la ayuda de los demás. Pero antes de fijarnos en los demás tenemos que empezar con nosotros. 

Muchos políticos hacen lo contrario, se creen la divina pomada, porque hablan de sus propias cualidades al mismo tiempo acusan a los demás de corruptos o mal intencionados.

Si vamos al diccionario la palabra  revocar  significa también: pintar de nuevo. Como se hace con  las casas que con el paso de los años se ven deterioradas por las inclemencias del tiempo. Lo mismo sucede con las personas, es necesario renovarlas arreglando la fachada. En los aspectos físicos se recomienda la gimnasia y los ejercicios acompañados de algún tipo de dieta para conservar la salud. En los aspectos espirituales es necesaria también una renovación que permita la salud del alma. Puede tratarse de una recuperación para recomenzar una vida espiritual que se había abandonado. Se emplearía la palabra revocar en su doble acepción: sacar, apartar lo malo y volver a pintar. Hoy es necesario y urgente que surja una renovación, un despertar espiritual.
 

La gracia de Dios para revocar el mal

La ventaja es que se cuenta con la ayuda de la gracia que produce un efecto para la renovación. No es ir al pasado. Es estar en el presente y caminar hacia el futuro con una recuperación de las virtudes que se habían estancado por influjo del pecado y al recibir la gracia se rompen las cadenas y la persona reacciona, como un resorte que se comprime, dando un salto para arriba.

Con esta revocación personal el hombre aprende a elegir. Ya sabe cuando tiene que decir que sí y cuando debe decir que no.
El nopara la soberbia, la vanidad, el pensar todo el día en uno mismo, el egoísmo, la avaricia, el deseo desordenado de poseer más cosas, el materialismo, el querer tener más dinero para la propia satisfacción, los placeres desordenados, la prostitución, el goce pecaminoso en los aspectos sexuales, el meterse impúdicamente con otros personas, el buscar el placer por el placer, la falta de sobriedad, el emborracharse, el placer de las drogas, la gula o el afán desordenado de comer, la envidia, los celos, la flojera que impide hacer muchas cosas buenas, la incomprensión, el rechazo, la indiferencia, el no querer perdonar y el no pedir perdón.

El para amar a Dios y al prójimo, para servir a los demás, para ser fieles a los compromisos adquiridos, para corresponder al amor recibido, para querer mucho a la familia, a los padres, a los hijos, a los hermanos, para ser limpios, sencillos, trasparentes, ejemplares en el bien, piadosos, misericordiosos, justos, sacrificados, generosos, comprensivos, agradecidos, pacientes, audaces, fuertes, sinceros y abnegados.

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jueves, febrero 14, 2013


LA ELECCIÓN DIVINA DE LO HUMANO
Los tiempos pasan, las circunstancias cambian y las elecciones de los Papas siguen una milenaria tradición: los cardenales electores reunidos en el cónclave elegirán al sucesor de Pedro y saldrá el Papa que Dios quiera.
La Iglesia, por asistencia divina, tiene el arte de saber combinar lo moderno con lo antiguo, moderando la velocidad de los tiempos actuales con la sabiduría de una tradición que conserva, por mandato divino, la verdad revelada para todos los tiempos.
Los Papas, aunque son distintos unos de otros, conservan la doctrina de la Iglesia. Cuando un Papa termina su período no pasa nada. Después de un Papa viene otro y todo continúa igual, eso es lo que veremos en los siguientes días.
Los hombres pasan y la Iglesia continúa su andadura a través de años, siglos y milenios, asistida por el Espíritu Santo que la  protege de los peligros y de las inclemencias de los tiempos.
Dios, que es el Señor de la historia, es el que mueve todos los hilos. Él busca al hombre, lo llama, lo elige, le pide una respuesta, le entrega una misión y luego le dice: “hasta aquí no más”  Elige personas bien distintas.
Los autores sagrados eran completamente distintos y de diferentes épocas, sin embargo la Biblia tiene una magnífica unidad, ¿a quién se debe?, solo a Dios que es el autor principal. Lo mismo ocurre con los Papas. Los Cardenales que entran al cónclave son seres humanos, que pueden tener sus ideas y tendencias, sin embargo Dios utiliza todo eso para que sea elegido el Papa que Dios quiere. No es una elección puramente humana. Es una elección divina  que se da en el ámbito de los seres humanos.
A pesar de todas estas realidades, que se repiten a través de los siglos, el hombre siempre busca darle peso a lo humano y se llena de teorías queriendo encontrar motivaciones o tendencias que benefician a grupos, ideologías o personas. Se habla políticamente de derechas o izquierdas, de capitalismo y de marxismo. Incluso se sataniza. El que no entiende lo sobrenatural se lanza con conjeturas tejidas con los análisis de los “expertos” en temas eclesiásticos, pero luego las cosas salen de otra manera. Por algo se repite siempre el conocido dicho: “el que entra al cónclave como Papa sale como Cardenal” , no tiene categoría de fe, solo quiere indicar que la elección de un Papa tiene un carácter sobrenatural que supera con creces a cualquier expectativa humana.
Así ha ocurrido en los cónclaves anteriores, ¿se elige al Papa que necesita la Iglesia para los tiempos actuales? Habría que decir más bien: Dios elige al Papa que la Iglesia necesita para los tiempos actuales. Si nos fijamos en los últimos Papas eran personalidades totalmente diferentes que marcaron una unidad de mucha fuerza para la Iglesia. La gente les recuerda por sus distintos modos de ser, pero también pueden reconocer el papel importante que tuvieron para la unidad de la Iglesia. Eran hombres fieles a la Iglesia y a la doctrina que predicó Jesucristo.
Juan Pablo II terminó su pontificado con una larga agonía que todo el mundo siguió de cerca y que se convirtió en una catequesis extraordinaria que movió a millones. Benedicto XVI termina su Pontificado renunciando porque no tiene fuerza física para realizar las tareas encomendadas a la sede de Pedro. Su decisión es aceptada y querida por todos. Son dos modos distintos de terminar que tienen un grandísimo valor y producen un efecto de unidad y adhesión que nadie puede soslayar. El Papa que vendrá va a ser distinto en su personalidad pero igual en su unidad y fidelidad a la Iglesia. Se trata de una continuidad que viene desde Jesucristo.
Este mes tendremos al Papa Benedicto XVI hasta el 28. Es un tiempo propicio para la reflexión que coincide con el inicio de la cuaresma: ¡cuánto le tenemos que agradecer a este Papa! ¡cuánto bien ha hecho por la Iglesia! Hizo lo que el Señor le pidió y deja una Iglesia en crecimiento: muchas conversiones y más vocaciones, sobre todo en África, Asia y América. La católica Europa se encuentra en una crisis de fe. Desde el Papa Juan Pablo II se proyectó una reevangelización de Europa, Estados Unidos y Canadá. Los países europeos tienen raíces católicas. La Iglesia entera reza este año de la fe para que Europa vuelva a sus raíces.
Es tiempo de rezar por el Papa actual, por el que va a venir y por la Iglesia entera. Rezar con esperanza en la gracia de Dios que nunca falta y menos en estos momentos. El mundo entero está mirando a la Iglesia. Algunos la pueden criticar pero la siguen mirando y teniendo en cuenta. Así es y así será siempre. Todo lo que sucede hoy en torno al santo Padre será un bien enorme para toda la Iglesia. Vivimos unos momentos históricos que recordaremos siempre como un tiempo de gracia que Dios ha querido darnos.

jueves, febrero 07, 2013


El “cumplo”  y miento
LA LETRA Y EL ESPÍRITU
Cuanto daño hace la hipocresía y qué fácil es llegar a ella, basta descuidar el espíritu. El espíritu se adquiere cuando nos aman para enseñarnos a ser buenos y poco a poco,  con ellos,  aprendemos a querer. Y se pierde cuando las personas  dejan de luchar y se distraen con banalidades. Algunas personas que han sido formadas según un espíritu,  pueden haberlo perdido, si no lucharon  para mantenerlo y hacerlo crecer.
¿Qué es el espíritu? Es una realidad superior a la materia que existe en los seres humanos y debe crecer. Tener mucho espíritu es tener mucha vida (fuerza, alegría, optimismo, capacidad, ingenio). Tener espíritu es también estar en forma, conocer bien qué se debe hacer o por dónde hay que ir. Tener espíritu es obrar conforme a la verdad, o tener autenticidad. El espíritu que está lleno de vida, arrastra, convence, porque es lo auténtico, lo que tiene que ser. Deslumbra por su belleza.
El que pierde el espíritu se queda vacío, no tiene lo esencial o lo fundamental, le falta lo principal, lo que cuenta, se queda en el esqueleto o en la apariencia.  Los hombres que pierden el espíritu pierden el sentido de la vida, viven del cuento o de la apariencia. No saben por qué viven. La vida se vuelve angustiosa.

La autoridad del espíritu
Es impactante el comentario que hacen de Jesucristo algunos discípulos que lo observaban: habla como quien tiene autoridad y no como los Escribas”
La autoridad la tiene el que expresa la verdad con su vida. Hacia fuera sale el espíritu de la verdad de una manera diáfana y penetra en la intimidad de los otros para enriquecerlos. Las palabras del que tiene autoridad remueven, convencen, son claras y precisas.
En cambio el que habla como los Escribas es el que perdió el espíritu y se quedó en la letra. La “fidelidad”  solo a la letra es un voluntarismo que cansa. Los que escuchan ven una terquedad o manía nada atractiva y solo como propia de quien la utiliza. Nadie quiere ser así.  Tomarse las cosas al pie de la letra puede ser peligroso si falta el espíritu.
En la vida nos encontramos con personas que cumplen con los procedimientos y los tienen como deberes que no pueden dejar de cumplir. Han trastocado el sentido de las cosas y quizá puedan pensar que después lo recuperarán. No advierten que primero deben recuperar el espíritu para no caer en el fariseísmo que el Señor deplora.

Un suceso de la vida real
Un día me pidieron que vaya a un cementerio muy lejano para rezar un responso. No podía ir a la hora que me habían dicho porque tenía otras obligaciones. Me ofrecí para ir más temprano e hice el viaje atravesando toda la ciudad para llegar y poder salir de inmediato y sin ningún contratiempo. Al llegar al campo santo la puerta estaba cerrada, pero sí estaba el portero. Cuando me acerqué y le dije: soy sacerdote y vengo a rezar un responso, me dijo: todavía no puede entrar porque no es la hora. No hubo manera de hacerle entender que solo tenía ese tiempo para rezar  y  me tuve que retirar porque no me dejó entrar. El portero cumplía al pie de la letra el reglamento y no tuvo el tino de hacer una excepción para que pudiera pasar a rezar. Quizá no tenía la autoridad suficiente para hacerlo. Así ocurre con muchos en nuestra sociedad cuando se pierde el sentido de la letra, o cuando falta el espíritu, se actúa de un modo rutinario con una “oficialidad” que puede hacer daño.

Otra anécdota significativa
Tengo un amigo que todo el día miente, cuando conversa cuenta unas historias falsas y le pone tanto realismo que él mismo se las cree. Inventa cosas con una gran facilidad y sin ningún escrúpulo, se ha acostumbrado a ser así. Nadie le cree, no tiene prestigio porque habla como los Escribas. Lo que dice suena bonito, se ríe, parece interesante, pero es un palabreo.
Lamentablemente muchos, en nuestra sociedad, están acostumbrados a vivir en medio de mentiras y no saben decir la verdad. Viven en una burbuja que algún día reventará y causará serios estragos para ellos y para muchos otros.

Era peor el que “cumplía” y no sabía perdonar
En los Evangelios el hermano mayor del hijo pródigo era una persona fiel a los procedimientos, estaba en la casa, cumplía con todo, era correcto en las maneras, pero su corazón estaba lejos de su padre, por eso protestaba y reclamaba, además veía a su hermano como infame y perdido.  Le reclama al papá porque a él no le había dado nada por su fidelidad y buena conducta y en cambio al hermano que se había portado mal, gastándose todo el dinero, lo premiaban con una fiesta.
Este hijo, aparentemente “fiel”, estaba tan mal como el otro y tal vez peor, por la dureza de su corazón. Tal vez, su autocomplacencia le impedía darse cuenta de sus miserias, se creía el hijo correcto que siempre cumplía, pero su vida era realmente un “cumplo” y miento. Algo falso. Por eso su padre lo llama al orden y al reconocimiento.
Hoy más que nunca se debe recuperar la verdad y la honestidad en las personas. La hipocresía y la mentira hay que combatirlas decididamente fomentando la sencillez, la veracidad, la sinceridad y el perdón, virtudes necesarias para que se viva con alegría el espíritu de la verdad que la sociedad necesita con urgencia. Así muchos aprenderán a comprender y a perdonar a los que se portaron mal y están arrepentidos.

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