¿Qué
significa revocar?
LA
ELECCIÓN DEL SÍ O EL NO
Impresiona comprobar que en nuestro país un
gran sector de la población no está en capacidad de dar un voto democrático conciente.
No saben ni por qué ni para qué se acercan a votar dejándose llevar por lo que más
les impresiona o por el consenso del grupo que los rodea (familiares, vecinos, el que hace el mejor show). Esta constatación
nos debe doler a todos los que amamos de verdad a nuestra patria y a nuestros
compatriotas.
Si hiciéramos una encuesta para que la gente
nos diga que significa la palabra revocar
encontraríamos que muchos no podrían dar una respuesta. De allí la
confusión que tienen algunos que creen que el sí es que siga y el no que se
vaya (sería más sencilla una célula que
ponga para marcar el sí para que siga y el no para que no siga). En fin,
nuestro propósito no es comentar la situación política del momento sino la
situación en que se encuentran las personas.
Detrás de las campañas y contiendas políticas
se pueden ver las ambiciones humanas de los que quieren aprovecharse de la
gente para su beneficio propio. Los organizadores emplean eslóganes con frases atractivas que
señalan la limpieza de sus procedimientos y al mismo tiempo acusan al
adversario de corrupto e incapaz. Tratan de hundirlo a como de lugar aumentando
el volumen de la crítica para ganar la contienda. Es un auténtico circo de
enfrentamientos pueriles que ponen en vitrina las incapacidades de unos y de
otros.
Frente a este show de enfrentamientos están los
electores que tendrán que elegir entre alternativas indeseadas para que gane el
que parece menos malo. ¡Qué horror!
Así se han elegido a las autoridades y como la excepción confirma la regla, de vez en cuando, hay uno muy bueno que
termina acosado con el cargamontón de
los “elegidos” por las grandes mayorías, que son auténticas “joyitas”.
La mayoría siempre gana (y
comete grandes equivocaciones)
El problema está en las grandes mayorías o en la situación en que se encuentra la gente
de a pie, cuando no se ha derrotado a la ignorancia. La solución estaría, como lo hemos afirmado reiteradamente en
este portal, en la educación. No hay otro camino. Formar a la gente y
educarla bien es también enseñarles a elegir bien. Pero por desgracia la
educación está en crisis y además circulan teorías que impiden que un hombre
eduque a otro hombre, para que no parezca una imposición.
Es clamoroso observar, como lo estamos haciendo ahora, la falta de formación y de cultura
para que el voto democrático sea consciente y no manipulado por campañas
mediáticas que engañan al elector con falsas promesas. Hoy estamos viendo que
los mismos que eligieron son los que quieren revocar.
En este tiempo de relativismo, cuando la
palabra compromiso está por los suelos, y cuando da lo mismo la verdad que la
mentira, es fácil que las personas den giros de 180 grados sin mayor
explicación: hoy canonizan y mañana condenan a la misma persona, hoy se casan
locamente enamorados y mañana se odian y no se pueden ni ver.¡Que poca consistencia tienen los
planteamientos de fondo!, o mejor dicho: ¡no existen planteamientos de
fondo!, todo es el sentimiento del momento, la huída del sacrificio y tratar de
pasarla bien.
El sentido de la revocación
La palabra revocación
tiene vigencia pero está muy mal empleada cuando se ve la “paja en el ojo ajeno y no se repara la viga
que hay en el propio” En la vida
diaria las personas que se dedican a criticar a los demás y lanzan sin más
frases hirientes y descalificadoras, sin ver antes cómo está su propio corazón,
se puede decir, sin temor a equivocarse,
que están en el error.
Todos debemos revocar antes, el mal que existe
en nuestra propia interioridad. Revocar empezando por nosotros. No para
eliminarnos sino para sacar el mal.
Revocar significa sacar o apartar.
No significa eliminar o descalificar a las personas sino eliminar y apartar el
mal que hay en las personas. Aceptar que todas las personas tenemos cosas malas
que debemos eliminar, con la ayuda de los demás. Pero antes de fijarnos en los
demás tenemos que empezar con nosotros.
Muchos políticos hacen lo contrario, se creen la divina pomada, porque hablan de sus
propias cualidades al mismo tiempo acusan a los demás de corruptos o mal
intencionados.
Si vamos al diccionario la palabra revocar
significa también: pintar de nuevo. Como se hace con las casas que con el paso de los años se ven
deterioradas por las inclemencias del tiempo. Lo mismo sucede con las personas,
es necesario renovarlas arreglando la fachada. En los aspectos físicos se
recomienda la gimnasia y los ejercicios acompañados de algún tipo de dieta para
conservar la salud. En los aspectos espirituales es necesaria también una
renovación que permita la salud del alma. Puede tratarse de una recuperación
para recomenzar una vida espiritual que se había abandonado. Se emplearía la
palabra revocar en su doble acepción: sacar,
apartar lo malo y volver a pintar. Hoy es necesario y urgente que surja una
renovación, un despertar espiritual.
La gracia de Dios para revocar el mal
La ventaja es que se cuenta con la ayuda de la
gracia que produce un efecto para la renovación. No es ir al pasado. Es estar
en el presente y caminar hacia el futuro con una recuperación de las virtudes
que se habían estancado por influjo del pecado y al recibir la gracia se rompen
las cadenas y la persona reacciona, como
un resorte que se comprime, dando un salto para arriba.
Con esta revocación personal el hombre aprende
a elegir. Ya sabe cuando tiene que decir que sí y cuando debe decir que no.
El nopara la soberbia, la vanidad,
el pensar todo el día en uno mismo, el egoísmo, la avaricia, el deseo
desordenado de poseer más cosas, el materialismo, el querer tener más dinero
para la propia satisfacción, los placeres desordenados, la prostitución, el goce
pecaminoso en los aspectos sexuales, el meterse impúdicamente con otros
personas, el buscar el placer por el placer, la falta de sobriedad, el
emborracharse, el placer de las drogas, la gula o el afán desordenado de comer,
la envidia, los celos, la flojera que impide hacer muchas cosas buenas, la
incomprensión, el rechazo, la indiferencia, el no querer perdonar y el no pedir
perdón.
El sípara amar a Dios y al
prójimo, para servir a los demás, para ser fieles a los compromisos adquiridos,
para corresponder al amor recibido, para querer mucho a la familia, a los padres,
a los hijos, a los hermanos, para ser limpios, sencillos, trasparentes,
ejemplares en el bien, piadosos, misericordiosos, justos, sacrificados,
generosos, comprensivos, agradecidos, pacientes, audaces, fuertes, sinceros y
abnegados.
Agradecemos
sus comentarios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario