Historias de la
vida real
EL
PERFIL DE UN ENDEMONIADO
Todos
hemos oído contar algún relato escalofriante sobre personas endemoniadas y tal
vez hemos visto alguna fotografía o documental de exorcismos practicados por
sacerdotes para expulsar al diablo esas personas posesas. Existen películas que relatan casos como
“El Rito” , últimamente estrenada
o “El exorcismo de Emilia Rous”
que expone un caso de la vida real. Hace unos días terminé de leer “Las memorias de un exorcista” del P. Gabriel Amorth, italiano, es el más famoso exorcista
del mundo, vive en El Vaticano, tiene 84 años y ha realizado más de 160,000.00
exorcismos.
El
libro realmente es impresionante por los datos que entrega para hacernos ver la
autenticidad de las posiciones diabólicas, distinguiéndolas de los casos de
anomalías psiquiátricas. Él, como muchos
otros exorcistas, dicen que hoy el demonio está muy suelto porque se reza
poco y porque hay mucha gente que no cree en él. Esas circunstancias favorecen
a que el mal se extienda por todo el mundo. Desde luego, las historias que
cuentan ellos no tienen explicación humana.
Un
día nos contaron el caso de una chica bastante lista y de una familia acomodada
que estuvo endemoniada durante un tiempo bastante prolongado.
A
muchos les puede parecer que las posesiones diabólicas duran unas horas o a lo
mucho dos días, pero no es así, algunas duran años y se resuelven después de
muchos y fatigados exorcismos. El sacerdote debe tener mucha paciencia y
fortaleza. Es una tarea muy dura que exige de una potente vida interior.
El
caso de la chica a la que nos estamos refiriendo, repercutió en mucha gente.
Los primeros años fueron de una aparente normalidad. Lo único que notaron sus
padres era una aparente seriedad en el rostro. Siempre le preguntaban si le
pasaba algo y ella decía que no, que estaba muy bien. Los padres no le dieron
mayor importancia. El otro detalle es que los enamorados no le duraban mucho.
Este asunto les empezó a preocupar más a sus papás. Fue en estas circunstancias
cuando le recomendaron un psicólogo. Tuvo algunas sesiones de terapia pero todo
seguía igual.
Un
pariente que tenía una vida de fe bastante intensa le recomendó que visitara un
sacerdote, pero esta chica mostraba un rechazo total a la propuesta. Con el
tiempo su carácter se fue enrareciendo. Empezaba a pelearse con todos. Esta
situación motivó que la familia
invitara al sacerdote para que la vea.
Cuando
el padre llegó a la casa ella estaba muy nerviosa y en cuanto lo vió salió
disparada. Se encerró, con gritos y alaridos, en su habitación.
El sacerdote, convencido de que existía una posesión diabólica, buscó al
exorcista de turno y éste se presentó después de unos días decidido a tener una
sesión de exorcismo.
A
ella la habían persuadido para que aceptara. Aceptó de buena gana y deseaba que
le quitaran el demonio, pero cuando el sacerdote se asomaba para empezar el
exorcismo se alteraba tremendamente.
Un
buen día el exorcista se había preparado para iniciar la primera sesión, le
acompañaron dos personas bastante fornidas, para que sujetaran a la posesa si
hacía falta. Ella estaba sentada
esperando y cuando entra el sacerdote le sale una voz de hombre que protesta
con fuerza diciendo: ¡Tú a mí no me vas a cambiar! El exorcista continuó con las
oraciones de rigor y ella, muy alterada, empezó a hablar el hebreo. Los
acompañantes y familiares presentes no entendían nada y estaban llenos de
espanto. El sacerdote terminó de rezar y ella se calmó.
Después
de las sesiones se portaba como una persona normal, pero siempre fría y
voluntariamente distante de las cosas de Dios. No le interesaba nada aunque
entendía que el exorcista tenía que seguir viviendo para quitarle ese mal que
la aquejaba. En una de las sesiones la chica pronunció unos nombres de personas
que atacaron a la Iglesia y que estarían condenadas. Todos escucharon y se
quedaron pasmados. Hasta ahora las personas que se encontraban presentes, siguen
siendo testigos de esos hechos que no tiene explicación humana.
Los exorcistas dicen que existen muchas
personas que tienen el demonio dentro y viven así sin que nadie haga nada para
corregirlo. Viven de modo natural mientras no se acerque algún sacerdote con
intención de expulsar al demonio. Rechazan todo lo espiritual, todo lo que
viene de Dios y cuando alguien quiere acercarse para meter a Dios en sus vidas,
empiezan a organizarse para que eso nunca suceda, se ponen distantes. Muchos
viven así toda su vida sirviendo a los intereses del mal sin darse demasiada
cuenta porque creen que son libres.
Amorth
reclama más exorcistas y sacerdotes santos que sepan enfrentar con su vida
interior de amor a Dios este mal que se extiende por el mundo.
Agradecemos sus comentarios
2 comentarios:
Que cierto es... que existen personas que viven en estas condiciones....realmente son dignas de lástima por ese verdadero infierno que son sus vidas. Cuanto mas debo rezar por ellos... y sobre todo para no apartarme de la Gracia de Dios.
!Padre, yo leí "Habla un exorcita" del padre Amorth y también "La Summa Daemoniaca" del padre Fortea; curiosamente ahora estoy volviendo a leerlo y justp encontré su post. Sería muy bueno que las personas se enteren más de la existencia del demonio y las posesiones. Yo por inclinación natural de pronto me vi interesada quizá porque una buena amiga sufre el circundatio, eso que tenía el Padre Pío. Padre que Dios lo bendiga.:).
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