miércoles, julio 30, 2008

¿Contesta ud. los correos que recibe?
¿Dedica demasiado tiempo al chat?

EL DEBER DE RESPONDER Y EL DERECHO DE NO CONTESTAR

1. El mundo de las comunicaciones ha crecido notablemente. Muchas personas gastan horas cada día comunicándose a través de la computadora o del teléfono celular (vid. Celulares y conducta en: , abril, 2008).

2. El comportamiento que los seres humanos tenemos en esos momentos refleja lo que realmente somos. El hecho de que no tengamos a alguien, de carne y hueso, delante de nosotros, no debería variar el respeto y la consideración que se merecen las personas que se encuentran en el ámbito de nuestras comunicaciones.

3. Cada día vamos teniendo una experiencia más rica de la diversidad de respuestas que nos encontramos a través del correo electrónico o del celular (algunos contestan de inmediato, otros tardan tiempo, otros no contestan nunca…, unos escriben mucho, otros son más bien parcos… también se pueden apreciar los entusiasmos, las molestias, las preocupaciones y la indiferencia. También ocurre, sobre todo en el correo escrito, que uno puede equivocarse al darle una interpretación a una frase recibida que estuvo escrita con un sentido distinto).


¿Qué está bien y qué está mal en este mundo de las comunicaciones?

En principio estaría mal lo siguiente: (sería una falta de educación y de respeto)
• No revisar todos los días el correo electrónico para ver quién nos ha escrito y disponernos a contestar.
• No contestar habitualmente los correos o comunicaciones, sin que haya un motivo importante que lo justifique.
• Contestar con dureza o frialdad a personas que nos escriben deseando conversar con nosotros. (emplear las letras mayúsculas puede interpretarse como signo de dureza).
• No tomar la iniciativa de responder cuanto antes al que nos estuvo buscando o está esperando una respuesta nuestra.
• Escribir sin más a personas que no desean recibir nuestra comunicación (enviar propagandas o temas que podrían causar molestias al que los recibe).
• No ser sinceros al escribir o con el que nos escribe y maltratar así a las personas, aunque no nos vean directamente.
• Indignarse con el que nos escribe o nos manda un mensaje (tener reacciones internas de rechazo o de desprecio), sin tratar de buscar una comunicación más adecuada, que exige de nuestra parte un pequeño esfuerzo para explicar mejor las cosas.
• No contestar el correo (sin tener un motivo grave) de una persona cercana que debe merecer nuestro aprecio y estima.
• Hacer esperar habitualmente a la gente sin valorar bien el tiempo de los demás.
• Responder a mandar cadenas que lleven consigo una amenaza si no continuamos con su propagación.
• Dejar al que quiere dirigirse a nosotros sin ninguna información (No decirle: “lo leeré más tarde”, “estoy de viaje”, “llámame a tal hora…”, “te escribiré en otro momento…”, “he leído tu correo”, etc.).
• Contestar son mucha prisa y sin pensar bien lo que se está enviando.
• Hablar en el Chat en tono familiar o amical con personas desconocidas y tocando temas que solamente podrían tocarse en ambientes de personas de confianza.
• Dedicar muchas horas al Chat y menos tiempo al trato con nuestros familiares en la casa.
• Estar todo el día frente a la computadora y no tener tiempo para la vida de familia y las relaciones humanas, en los ámbitos familiares y sociales.


Sugerencias para el mejor empleo del e-mail

1. En principio contestar siempre al que escribe. El derecho de no contestar –igual que en toda relación humana- no se debería emplear más que en contadas ocasiones (frente a las impertinencias, o comunicaciones impropias que no deben darse).

2. Contestar siempre con amabilidad y comprensión. No escribir nunca una frase que pueda interpretarse en un sentido negativo o incómodo. Si se quiere aclarar algo es mejor hacerlo personalmente o a través del teléfono. Hay que tener en cuenta que lo que se escribe queda. Se debe pensar bien antes de enviar algo.

3. Ser sinceros siempre. No engañar a las personas a través de las comunicaciones. Decir siempre la verdad y si uno no desea recibir algún tipo de comunicación hay que saber decirlo con sinceridad y delicadeza (“te agradezco mucho lo que me envías pero la verdad es que no me da tiempo de leerlo”, “no llego a entender estos temas, la verdad preferiría…”, “tú sabes que mis principios son…te agradecería que no me mandes…”). Para algunos casos no habrá más remedio que pensar en unos filtros.

4. En tener verdadero aprecio y estima por las personas hará que nuestra respuesta sea rápida, amable, coherente y bien recibida. Debemos contestar como nos gustaría que nos contesten.

5. Saber distinguir a las personas con las que nos comunicamos: no es lo mismo si son nuestros seres queridos cercanos, o nuestros amigos, que personas más lejanas.

6. La comunicación a través de e-mail, si no está bien llevada, podría ocasionar muchas pérdidas: amistades, ocasiones de trabajo, alejamiento de personas. En cambio, si Ud. lo hace bien es un instrumento maravilloso para mejorar las relaciones humanas en sus comunicaciones.

Agradecemos sus comentarios

sábado, julio 12, 2008

Los males de la curiosidad

Querer estar informado y enterado de las cosas ajenas no necesariamente es curiosidad. Hay personas que tienen el deber de estar informadas y otras tienen también el deber de dar la información necesaria (cumplimiento de compromisos, lealtad, sinceridad).
El curioso no está cumpliendo con un deber de lealtad sino que está satisfaciendo una pasión y buscando algo que le beneficia a él.

¿Quiere saber si usted es curioso?

Lea los puntos siguientes y tendrá una respuesta

Usted es curioso si:

1. se esfuerza por escuchar conversaciones ajenas.
2. se acerca para leer lo que otro está escribiendo en la computadora, sin que éste le haya autorizado.
3. procura ver con el rabillo del ojo las anotaciones en las agendas de otras personas.
4. se pone detrás de una puerta para oír lo que están hablando.
5. le interesa mucho saber lo que hay dentro de la casa, en la habitación, en la oficina o en la vida de una persona cercana a usted por ser familiar o por tener relaciones de trabajo, sin que existan motivos de fondo que podrían justificarlo.
6. se queda en el anexo del teléfono para enterarse con quién está conversando una persona de su casa o de su trabajo.
7. abre los cajones o armarios ajenos.
8. sigue a alguna persona para espiarla (ver a dónde se dirige o enterarse de lo que está haciendo).
9. exige información, sin que existan motivos de fondo, de las particularidades ajenas (donde fue, con quién salió, que dijo, como lo hizo).
10. piensa que algunas de la razones expuestas en los puntos anteriores no es curiosidad.


Motivaciones de la curiosidad:

1. Egoísmo y afán de posesión: Querer dominar a los demás y tener todo bajo control.
2. Envidia: no permitir que los demás sobresalgan y opaquen “mi imagen”.
3. Desconfianza: Sospechar del prójimo, pensar habitualmente mal de los demás, hacer conjeturas sobre las intenciones de otros.
4. Ambición: obtener beneficios y ganar siempre. Querer derrotar al adversario sorprendiéndolo en sus errores o equivocaciones.
5. Malicia: tener placeres impropios mirando lo que no se debe ver. Ensuciar acciones del prójimo que puedan ser limpias dándoles una intencionalidad diferente y sucia.



La curiosidad es siempre un mal y no es camino para conseguir un bien.
• Para conocer a los demás y poder ayudarlos no es necesario emplear ninguno de los puntos señalados en los párrafos anteriores.
• Cuando no se combate la curiosidad se cae en: el “chuponéo”, la invasión de la intimidad ajena, la falta de respeto, la desconfianza, el atropello, la falta de categoría humana, la ausencia de perdón, el desprecio de las virtudes.
• Todos terminan alejándose del curioso. Nunca podrá ser el amigo leal que inspira confianza.



¿Cuál es camino correcto para conocer bien a los demás?

El Amor al prójimo. (no hay otro camino) El que realmente ama va directamente, es sincero, cuenta con la sinceridad de los demás, siempre tiene confianza (aún cuando el otro le engañe), no pone trampas, dice las cosas a la cara y con delicadeza. Piensa bien, ve los aspectos positivos, sabe comprender, perdona siempre, tiene paciencia, cuenta con todos, no hace preguntas incómodas, respeta la libertad de los demás, actúa con tino, no rechaza a nadie, no deja que alguien le cuente lo que no tendría que saber, respeta siempre la intimidad de los demás, no divulga a otros lo que los demás le confían, es discreto, no se le va la lengua en comentarios peyorativos del prójimo. Piensa siempre que las personas pueden mejorar.

El que ama a los demás está enterado de todo y no es curioso. Consigue también persuadir a los demás para que sean mejores.

domingo, julio 06, 2008

En el día del maestro

EL JALE HUMANO

1. Todos hemos tenido o seguimos teniendo aprecio a personas que nos resultan admirables y simpáticas en el ejercicio de su profesión, en la práctica de algún deporte, en la conducta que han tenido en alguna circunstancia concreta, o por sus convicciones o modos de enfocar la vida.

2. De niños en el colegio preferíamos al profesor buena gente, al que era más amigo de nosotros, al que nos comprendía mejor y al que estaba más tiempo con nosotros.

3. En la época universitaria era admirable el profesor que sabía y explicaba bien la materia de su curso. Todos querían escuchar sus clases y tener la oportunidad de tratar con él los temas académicos de su especialidad.

4. En los ámbitos deportivos muchas veces hemos oído corear a las multitudes en el estadio el nombre del jugador preferido, el que juega mejor para todos y si además era simpático, en su modo de ser y de expresarse, los periodistas iban tras él para conseguir sus declaraciones.

5. En el mundo del cine y de la televisión los artistas han tratado de encarnar, en las distintas épocas, las cualidades o modos que resulten más atractivos a las personas. En esos ámbitos el jale humano resulta esencial.

6. En el reciente rescate de Ingrid Betancourt es interesante anotar, para nuestro análisis, cómo en una circunstancia dura, de un cautiverio, lleno de matices humanos y conmovedores, la persona que lo padece, sin quitarle ningún mérito, obtiene una gran popularidad. Tal como se han dado las cosas, su figura resulta atractiva y ejemplar para las grandes mayorías.


ÁMBITOS Y LÍMITES DEL JALE HUMANO

1. Los jales humanos de muchas personas que destacan pueden limitarse a la materia de su especialidad o a las circunstancias especiales de un momento determinado, teniendo en cuenta, desde luego, las virtudes y méritos de los líderes.

2. Un extraordinario profesor universitario suele tener alumnos que le sigan en los ámbitos académicos de su especialidad y que ese seguimiento se limite, -y no es poco- sólo a ese ámbito. Lo mismo podríamos decir del deportista, del artista o de cualquier profesional destacado.

3. Cuando alguna circunstancia determinada produce un jale humano, lo que suele ocurrir al pasar el tiempo es que ese influjo disminuya considerablemente.

4. No son pocos los líderes o personas que destacaron en algún tiempo verse después en la soledad y olvidados. Cuando los años van pasando solo quedan, si es que se han dado antes, los aspectos más profundos de las relaciones humanas.


ALGUNAS CONSIDERACIONES

1. El jale humano de la mayoría de las personas queda reducido al ámbito de su actividad o especialidad.

2. El jale humano de la mayoría de las personas suele darse en un corto espacio de tiempo. Después no es igual.

3. Una persona prestigiosa por su trabajo o especialidad puede influir en otros temas pero ese influjo suele ser parcial y circunstancial. Es parcial porque la persona prestigiosa presenta el tema de su especialidad como lo principal y el que lo escucha está interesado principalmente sobre ese tema.

4. Para que otros temas, que pueden ser más importantes y trascendentales, tengan un verdadero influjo en los discípulos, deberían estar como prioritarios en el líder, (en su vida y en su conducta).


EL JALE HUMANO PARA LOS TEMAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA

1. Los temas más importantes de la vida son los trascendentales: los que se refieren al papel del hombre en la tierra, su libertad y felicidad.

2. Estos temas podría tocarlos un buen profesor en una cátedra brillante, pero su prestigio podría quedarse reducido al ámbito de la cátedra. El discípulo que escucha y aplaude no necesariamente lo sigue, aunque esté de acuerdo con todo.

3. Para tener un liderazgo en los temas trascendentales es necesaria una verdadera amistad y a amistad es esencialmente amor, no se puede improvisar porque sería artificial y falsa.

4. Ningún padre de familia, ni profesional, ni artista, ni comunicador, podrá conseguir un influjo bueno en los temas trascendentales de la persona si no tiene verdaderos amigos. No que diga que los tiene sino que los tenga realmente. No olvidemos que para que exista amistad debe haber reciprocidad. Aquí se da el jale humano más importante, el que perdura y se agradece para toda la vida.