domingo, julio 06, 2008

En el día del maestro

EL JALE HUMANO

1. Todos hemos tenido o seguimos teniendo aprecio a personas que nos resultan admirables y simpáticas en el ejercicio de su profesión, en la práctica de algún deporte, en la conducta que han tenido en alguna circunstancia concreta, o por sus convicciones o modos de enfocar la vida.

2. De niños en el colegio preferíamos al profesor buena gente, al que era más amigo de nosotros, al que nos comprendía mejor y al que estaba más tiempo con nosotros.

3. En la época universitaria era admirable el profesor que sabía y explicaba bien la materia de su curso. Todos querían escuchar sus clases y tener la oportunidad de tratar con él los temas académicos de su especialidad.

4. En los ámbitos deportivos muchas veces hemos oído corear a las multitudes en el estadio el nombre del jugador preferido, el que juega mejor para todos y si además era simpático, en su modo de ser y de expresarse, los periodistas iban tras él para conseguir sus declaraciones.

5. En el mundo del cine y de la televisión los artistas han tratado de encarnar, en las distintas épocas, las cualidades o modos que resulten más atractivos a las personas. En esos ámbitos el jale humano resulta esencial.

6. En el reciente rescate de Ingrid Betancourt es interesante anotar, para nuestro análisis, cómo en una circunstancia dura, de un cautiverio, lleno de matices humanos y conmovedores, la persona que lo padece, sin quitarle ningún mérito, obtiene una gran popularidad. Tal como se han dado las cosas, su figura resulta atractiva y ejemplar para las grandes mayorías.


ÁMBITOS Y LÍMITES DEL JALE HUMANO

1. Los jales humanos de muchas personas que destacan pueden limitarse a la materia de su especialidad o a las circunstancias especiales de un momento determinado, teniendo en cuenta, desde luego, las virtudes y méritos de los líderes.

2. Un extraordinario profesor universitario suele tener alumnos que le sigan en los ámbitos académicos de su especialidad y que ese seguimiento se limite, -y no es poco- sólo a ese ámbito. Lo mismo podríamos decir del deportista, del artista o de cualquier profesional destacado.

3. Cuando alguna circunstancia determinada produce un jale humano, lo que suele ocurrir al pasar el tiempo es que ese influjo disminuya considerablemente.

4. No son pocos los líderes o personas que destacaron en algún tiempo verse después en la soledad y olvidados. Cuando los años van pasando solo quedan, si es que se han dado antes, los aspectos más profundos de las relaciones humanas.


ALGUNAS CONSIDERACIONES

1. El jale humano de la mayoría de las personas queda reducido al ámbito de su actividad o especialidad.

2. El jale humano de la mayoría de las personas suele darse en un corto espacio de tiempo. Después no es igual.

3. Una persona prestigiosa por su trabajo o especialidad puede influir en otros temas pero ese influjo suele ser parcial y circunstancial. Es parcial porque la persona prestigiosa presenta el tema de su especialidad como lo principal y el que lo escucha está interesado principalmente sobre ese tema.

4. Para que otros temas, que pueden ser más importantes y trascendentales, tengan un verdadero influjo en los discípulos, deberían estar como prioritarios en el líder, (en su vida y en su conducta).


EL JALE HUMANO PARA LOS TEMAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA

1. Los temas más importantes de la vida son los trascendentales: los que se refieren al papel del hombre en la tierra, su libertad y felicidad.

2. Estos temas podría tocarlos un buen profesor en una cátedra brillante, pero su prestigio podría quedarse reducido al ámbito de la cátedra. El discípulo que escucha y aplaude no necesariamente lo sigue, aunque esté de acuerdo con todo.

3. Para tener un liderazgo en los temas trascendentales es necesaria una verdadera amistad y a amistad es esencialmente amor, no se puede improvisar porque sería artificial y falsa.

4. Ningún padre de familia, ni profesional, ni artista, ni comunicador, podrá conseguir un influjo bueno en los temas trascendentales de la persona si no tiene verdaderos amigos. No que diga que los tiene sino que los tenga realmente. No olvidemos que para que exista amistad debe haber reciprocidad. Aquí se da el jale humano más importante, el que perdura y se agradece para toda la vida.

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