jueves, febrero 21, 2013


¿Qué significa revocar?

LA ELECCIÓN DEL SÍ O EL NO

Impresiona comprobar que en nuestro país un gran sector de la población no está en capacidad de dar un voto democrático conciente. No saben ni por qué ni para qué se acercan a votar dejándose llevar por lo que más les impresiona o por el consenso del grupo que los rodea (familiares, vecinos, el que hace el mejor show). Esta constatación nos debe doler a todos los que amamos de verdad a nuestra patria y a nuestros compatriotas.

Si hiciéramos una encuesta para que la gente nos diga que significa la palabra revocar encontraríamos que muchos no podrían dar una respuesta. De allí la confusión que tienen algunos que creen que el sí es que siga y el no que se vaya (sería más sencilla una célula que ponga para marcar el sí para que siga y el no para que no siga). En fin, nuestro propósito no es comentar la situación política del momento sino la situación en que se encuentran las personas.

Detrás de las campañas y contiendas políticas se pueden ver las ambiciones humanas de los que quieren aprovecharse de la gente para su beneficio propio. Los organizadores  emplean eslóganes con frases atractivas que señalan la limpieza de sus procedimientos y al mismo tiempo acusan al adversario de corrupto e incapaz. Tratan de hundirlo a como de lugar aumentando el volumen de la crítica para ganar la contienda. Es un auténtico circo de enfrentamientos pueriles que ponen en vitrina las incapacidades de unos y de otros.

Frente a este show de enfrentamientos están los electores que tendrán que elegir entre alternativas indeseadas para que gane el que parece menos malo. ¡Qué horror! Así se han elegido a las autoridades y como la excepción confirma la regla, de vez en cuando, hay uno muy bueno que termina acosado con el cargamontón de los “elegidos” por las grandes mayorías, que son auténticas “joyitas”.

 

La mayoría siempre gana (y comete grandes equivocaciones)

El problema está en las grandes mayorías o en la situación en que se encuentra la gente de a pie, cuando no se ha derrotado a la ignorancia. La solución estaría, como lo hemos afirmado reiteradamente en este portal, en la educación. No hay otro camino. Formar a la gente y educarla bien es también enseñarles a elegir bien. Pero por desgracia la educación está en crisis y además circulan teorías que impiden que un hombre eduque a otro hombre, para que no parezca una imposición.

Es clamoroso observar, como lo estamos haciendo ahora, la falta de formación y de cultura para que el voto democrático sea consciente y no manipulado por campañas mediáticas que engañan al elector con falsas promesas. Hoy estamos viendo que los mismos que eligieron son los que quieren revocar.

En este tiempo de relativismo, cuando la palabra compromiso está por los suelos, y cuando da lo mismo la verdad que la mentira, es fácil que las personas den giros de 180 grados sin mayor explicación: hoy canonizan y mañana condenan a la misma persona, hoy se casan locamente enamorados y mañana se odian y no se pueden ni ver.¡Que poca consistencia tienen los planteamientos de fondo!, o mejor dicho: ¡no existen planteamientos de fondo!, todo es el sentimiento del momento, la huída del sacrificio y tratar de pasarla bien.


El sentido de la revocación

La palabra revocación tiene vigencia pero está muy mal empleada cuando se ve la “paja en el ojo ajeno y no se repara la viga que hay en el propio”  En la vida diaria las personas que se dedican a criticar a los demás y lanzan sin más frases hirientes y descalificadoras, sin ver antes cómo está su propio corazón, se puede decir, sin temor a equivocarse, que están en el error.

Todos debemos revocar antes, el mal que existe en nuestra propia interioridad. Revocar empezando por nosotros. No para eliminarnos sino para sacar el mal.  Revocar significa sacar o apartar. No significa eliminar o descalificar a las personas sino eliminar y apartar el mal que hay en las personas. Aceptar que todas las personas tenemos cosas malas que debemos eliminar, con la ayuda de los demás. Pero antes de fijarnos en los demás tenemos que empezar con nosotros. 

Muchos políticos hacen lo contrario, se creen la divina pomada, porque hablan de sus propias cualidades al mismo tiempo acusan a los demás de corruptos o mal intencionados.

Si vamos al diccionario la palabra  revocar  significa también: pintar de nuevo. Como se hace con  las casas que con el paso de los años se ven deterioradas por las inclemencias del tiempo. Lo mismo sucede con las personas, es necesario renovarlas arreglando la fachada. En los aspectos físicos se recomienda la gimnasia y los ejercicios acompañados de algún tipo de dieta para conservar la salud. En los aspectos espirituales es necesaria también una renovación que permita la salud del alma. Puede tratarse de una recuperación para recomenzar una vida espiritual que se había abandonado. Se emplearía la palabra revocar en su doble acepción: sacar, apartar lo malo y volver a pintar. Hoy es necesario y urgente que surja una renovación, un despertar espiritual.
 

La gracia de Dios para revocar el mal

La ventaja es que se cuenta con la ayuda de la gracia que produce un efecto para la renovación. No es ir al pasado. Es estar en el presente y caminar hacia el futuro con una recuperación de las virtudes que se habían estancado por influjo del pecado y al recibir la gracia se rompen las cadenas y la persona reacciona, como un resorte que se comprime, dando un salto para arriba.

Con esta revocación personal el hombre aprende a elegir. Ya sabe cuando tiene que decir que sí y cuando debe decir que no.
El nopara la soberbia, la vanidad, el pensar todo el día en uno mismo, el egoísmo, la avaricia, el deseo desordenado de poseer más cosas, el materialismo, el querer tener más dinero para la propia satisfacción, los placeres desordenados, la prostitución, el goce pecaminoso en los aspectos sexuales, el meterse impúdicamente con otros personas, el buscar el placer por el placer, la falta de sobriedad, el emborracharse, el placer de las drogas, la gula o el afán desordenado de comer, la envidia, los celos, la flojera que impide hacer muchas cosas buenas, la incomprensión, el rechazo, la indiferencia, el no querer perdonar y el no pedir perdón.

El para amar a Dios y al prójimo, para servir a los demás, para ser fieles a los compromisos adquiridos, para corresponder al amor recibido, para querer mucho a la familia, a los padres, a los hijos, a los hermanos, para ser limpios, sencillos, trasparentes, ejemplares en el bien, piadosos, misericordiosos, justos, sacrificados, generosos, comprensivos, agradecidos, pacientes, audaces, fuertes, sinceros y abnegados.

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