miércoles, noviembre 11, 2015


Delitos ocultos
LAS CAMPANAS DE LOS ACUSADORES

Las víctimas de los abusos merecen respeto, comprensión, cariño y las ayudas que sean necesarias para curar las heridas y restablecer la salud. Así han procedido los Papas de los últimos tiempos y la Iglesia en general: pedir perdón  por los  hijos de la Iglesia que se portaron mal.

Las máscaras de los acusadores
En estos lamentables sucesos hay denunciantes que son personas coherentes que tienen la valentía de dar la cara, arriesgando tal vez el propio honor y poniéndose en la posibilidad de perder algún derecho, para señalar el mal poniendo en evidencia el hecho delictivo y así conseguir que se haga justicia y que se limpie el camino para avanzar de acuerdo con la verdad.

Sin embargo es preciso señalar que en estos asuntos espinosos siempre aparecen acusaciones de todo tipo; también aparecen miles de denuncias falsas tejidas con difamaciones y calumnias.

Aunque los acusadores no lo hagan con rectitud de intención la Iglesia agradece a todos los que han contribuido al esclarecimiento de los hechos, porque ayudan a poner medidas para que las personas mejoren y sean fieles a sus compromisos. La Iglesia no abandona a sus fieles. Los miles de testimonios que hay en el mundo lo confirman.

Las persecuciones contra la Iglesia
También se debe tener en cuenta que persecuciones contra la Iglesia han existido en todos los tiempos. Esta es la cruda realidad.

Como lo hemos expresado ya en los párrafos anteriores, hacemos la salvedad de las personas que aman a la Iglesia y sufren por los abusos cometidos denunciando los hechos para que no se repitan y hacen lo posible para conseguir que los agresores sean separados de inmediato. 

También estamos con aquellos que protestan cuando se quiere encubrir un delito infame. En los temas de pedofilia, que son gravísimos, el Santo Padre ha dicho: Tolerancia 0.

Las campanas de los que acusan
Las campanas de los que acusan suenan distintas porque son muy diferentes las situaciones, sin embargo cuando se hace una reflexión en frío, serenamente, el sentido común alcanza una serie de preguntas que pueden aclarar las distintas situaciones para resolver los conflictos.
Estamos de acuerdo en que puede haber engaño y una imposición de la parte abusiva y que eso debe castigarse porque es una falta grave, que además podría calificarse como delincuencial.

La segunda pregunta es sobre la familia: ¿cómo estárán los papás? Si el hijo está sufriendo por unas acciones impropias y por un acoso. Habría que ver en cada caso cómo está la familia.

Y los amigos ¿cómo podrán echar una mano y ayudar?  La amistad debe servir para hacer el bien, no solo para las diversiones. Cuánta gente necesita hablar y confían en el amigo. El amigo debe tener dar la mano.

Las instituciones deben estar en constante revisión para comprobar si los métodos que emplean son los adecuados. 

* Nota: Este artículo fue modificado gracias a los comentarios enviados. El artículo original se escribió fuera de Lima. Algunos se sintieron afectados. Pido disculpas por ello. Estoy al lado de las víctimas y todos los días rezo por ellos.


Agradecemos los comentarios.

7 comentarios:

Isabel dijo...

Señor Manuel:
He leído su artículo. Creo que sería necesario que investigue más sobre la actuación de la Iglesia en casos como Los legionarios de Cristo, Karadima y otras donde ha intervenido El Vaticano de manera oficial a través de un Comisariamento a la institución. En estos casos los comisarios que son personas de alto nivel profesional en temas de psicología y espiritualidad, y por cierto, generalmente consagrados; han indagado y trabajan la reconciliación, no solo del abuso sexual, sino del abuso psicológico y espiritual que suele ir primero y suele ser muy grave. Bajo esa premisa, sería necesario que reconsidere sus comentarios sobre que un chico de 15 años "sabe lo que pasa". Esos chicos no fueron asaltados en la calle por desconocidos, sino que fueron manipulados, trabajados primero desde la mente, los abusos del Sodalicio (Ud. no los menciona, pero se infiere en el contexto que se refiere a ellos) fueron primero abusos psicológicos y abusos de poder. La misma Iglesia con la actuación que ha tenido en otros casos lo reconoce así. Por otro lado, ¿por qué una persona calla tantos años? La respuesta es simple: no solo lo hirieron físicamente, lo hirieron sobre todo en su centro vital y eso demora muchos años en procesarse. Eso lo puede comprobar consultando a cualquier psicólogo o psiquiatra que trate casos de abuso.
Ud. no consigan sus datos personales, no menciona el nombre de la institución protagonista de esos casos, lo invito a expresarse con más claridad, como lo hacía Jesús y como lo pide a sus discípulos.
Las denuncias, los casos, no son un complot contra la Iglesia católica del Perú, no es un armazón, es una triste realidad y si amamos la Iglesia hay que enfrentar el problema y ayudar, en primer lugar, a las víctimas que están dando a conocer sus testimonios y, también, a los sodálites y miembros de la familia sodálite, porque,ellos también han sido víctimas de un sistema abusivo en el que han vivido por años, pensando que era evangélico, pero que al parecer tiene muchos visos de fanatismo ¿Cómo se sentirán los que con buena voluntad han entregado largos años de su vida a un ideal puro, pero en una institución fanática?,¿Cuántas actitudes o formas de hacer tendrán que purificar en su estilo de vida, pues; aunque no hayan sido agresores, se encontraban en un sistema abusivo que también los debe haber afectado y en cierta medida también los convierte en víctimas?
La iglesia necesita gente crítica al interior de ella misma, gente preparada y con capacidad para sentir el dolor del otro, ahora que estamos a puerta de iniciar el año de la misericordia, tenemos la ocasión de hacerlo.
Figaris, Doigs, Munguías, Daniels, Karadimas, Macieles... no son imagen de una iglesia de misericordia, todo lo contrario, usaron la Iglesia para hacer mucho daño dentro de las instituciones que fundaron. Dios los terminará de juzgar, pero aquí no se les puede permitir que sigan haciendo daño, no se puede minimizar su accionar, ni tratar de culpabilizar a las víctimas.

HEROE® dijo...
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María Klein dijo...

Increíble, justificar la pedofilia y el abuso. Pretender que puede haber consenso en una relación entre un
niño de 15 años y un adulto en posición de poder como es el caso de los miembros del clero . Buscar justificaciones sin sentido poniendo a la víctima como responsable. Me faltan las palabras para explicar mi asombro e indignación. Las autoridades civiles y eclesiásticas deberían tener conocimiento de este blog. Estas aserciones son criminales.

Gabriela CP dijo...

Indignante, que falto de caridad! criterios de este tipo hacen mucho daño a la iglesia que ellos mismos quieren defender, por un lado se preocupa por el honor y la fama del acusado pero le importa nada el dolor de las víctima y sus familias, querer hacer responsable a las víctimas y a sus padres es indignante...... Es por criterios así que las víctimas se demoran tanto o nunca denuncian.
Qué lástima.

Milton dijo...

http://larepublica.pe/impresa/opinion/720361-impasible-el-ademan

Haber te dejo ese link para que leas lo que escribió Pedro Salinas sobre tu blog con el titulo Las campanas de los que acusan.
Seguro tu eres igual que ese diablo con sotana con lo es Figari y otros mas.

Porque si nos remontamos a la historia es tu religión LA CATOLICA la mas genocida de toda la historia.

Manuel dijo...

Pido disculpas a todos los que se han sentido afectados por este artículo. Fue un error de mi parte y gracias a los comentarios hice el propósito de rectificar. He modificado el contenido. Estoy de lado de las víctimas y todos los días rezo por ellos. ¡Mil perdones!

ELIZABETH dijo...

Sr. Tamayo, no sé que tiene que ver que el artículo original haya sido escrito fuera de Lima para justificar la opinión vertida allí , opinión que ha provocado nuestro total rechazo e indignación. Es inútil que lo haya modificado porque "algunos de sintieron afectados". Creo que esa opinión viniendo de un sacerdote, afecta a cualquier persona que tenga un mínimo de decencia, caridad y sentido común. Ese artículo no fue un error, ese artículo lo pintó a Ud. de cuerpo entero y le agradezco que haya sido así porque de esa manera yo como católica, me sigo quitando la venda de los ojos.