lunes, abril 14, 2008

Para los católicos practicantes

¿Está bien confesarse durante la Misa dominical?

1. Algunos dicen que no es correcto confesarse durante la Misa dominical porque los fieles que lo hacen habitualmente no escuchan bien la Santa Misa (Están haciendo su examen de conciencia y están pendientes del turno de confesión –a veces hay colas- y pueden estar demasiado tiempo en esos afanes sin escuchar la Misa de Precepto. Además durante las confesiones en la Misa hay un trasiego constante de gente que distrae a los demás y al mismo sacerdote celebrante.

2. Otros dicen que es la única oportunidad que tienen para confesarse. Que es un mérito acercarse a la confesión cuando hay muchos católicos que ya no se confiesan. En unas estadísticas recientes de los Estados Unidos, con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a ese país, se afirma que el 50 % de los católicos norteamericanos nunca se confiesan. (Habría que conocer el porcentaje en el Perú).

3. También afirman que actualmente es muy difícil encontrar confesores, que en muchas parroquias ya no confiesan y que además la vida es tan intensa que no hay tiempo disponible solo para ir a confesarse (se pueden perder varias horas y no tener éxito). Para muchos el domingo es casi la única oportunidad.

¿Qué dice la Iglesia?

4. En cuanto al deber que tienen los sacerdotes de confesar a los fieles el Código de Derecho Canónico dice: “Todos los que por su oficio, tienen encomendada la cura de almas, están obligados a proveer que se oiga en confesión a los fieles que les están confiados y que lo pidan razonablemente; y a que se les de la oportunidad de acercarse a la confesión individual, en días y horas determinadas que les resulten asequibles. (CIC n. 986).

5. En cuanto a la orientación de los fieles, la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos emitió la Instrucción Redeptionis Sacramentum con fecha 25 de marzo del 2004 y dice en el n. 86: “Los fieles deben ser guiados con insistencia hacia la costumbre de participar en el sacramento de la penitencia, fuera de la celebración de la Misa, especialmente en horas establecidas, para que así se pueda administrar con tranquilidad, sea para ellos de verdadera utilidad y no se impida una participación activa en la Misa…”

Reflexiones y sugerencias:

1. La Iglesia señala como obligación el deber que tienen los sacerdotes de oír confesiones en días y horas determinadas; o sea que deben haber horarios establecidos para atender confesiones en las distintas parroquias.
2. También la Iglesia señala que es importante recibir a los fieles fuera de la Santa Misa para poder “administrar con tranquilidad…” Es decir orientar a los fieles para que puedan tener el día de su confesión una dirección espiritual con el sacerdote que les confiesa.

3. En los devocionarios existe, para ayudar a los fieles, una preparación para la Misa y una preparación para la confesión. El católico que quiera vivir bien su religión se esmerará para recibir bien los sacramentos.

4. La Iglesia orienta a los fieles para que no se confiesen con prisa, de una manera ligera. También se da facilidad a los fieles para que puedan hacerlo los días de precepto que acuden a la Misa dominical. (cuando necesitan confesarse con urgencia para poder comulgar) Lo que ocurre es que muchas personas se han acostumbrado a utilizar esos momentos para su confesión habitual. ¿Esta facilidad está resultando conveniente para que la gente realmente se confiese como deben hacerlo?

5. Una primera sugerencia sería hacer conscientes a los católicos para que se esfuercen y busquen confesarse fuera de la Misa, en otros horarios. (No estaría mal que a través del Internet se sepan los horarios de confesiones que hay en las Iglesias). Lógicamente todas las parroquias deben publicar, en el tablón de anuncios, los horarios de confesiones que tienen.

6. A los que se confiesan los domingos durante la Misa les preguntaría: ¿Se están confesando bien?, ¿Oyen bien la Santa Misa?, ¿No es verdad que vale la pena hacer un esfuerzo para ir al confesor en otro momento?

7. Otra sugerencia es que los sacerdotes confiesen una hora antes de la Misa dominical y se retiren al inicio del ofertorio y así se ayuda para que todos participen y vivan bien la Santa Misa.



Esperamos sus comentarios

Atentamente
P. Manuel Tamayo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto que los penitentes debemos buscar hacer las cosas por separado (misa y confesiones) para realizarlas como se debe. Pero también es cierto que el número de sacerdotes es reducido para toda la población. Ergo, la disponibilidad de horarios para confesiones es bastante reducido. Esto es mucho más crítico cuando solo un sacerdote tiene a su cargo ‘n’ templos. No es necesario salir de Lima para ver esta realidad.

Nos queda rezar por el incremento de las vocaciones sacerdotales.

Rogers C.