sábado, junio 07, 2008

¿ES PECADO FUMAR?

1. Los criterios con respecto al cigarrillo han ido variando en todo el mundo y también los hábitos de fumar se han ido reduciendo en los últimos tiempos.

2. Las causas de estas variaciones se deben a las campañas que se han hecho a nivel mundial contra el tabaquismo sustentadas por los avances de las ciencias médicas y otros argumentos de índole ecológica.

3. Hace unos años las leyes obligaron a que las empresas de tabaco pusieran, en letra pequeña, en cada cajetilla: “puede ser un peligro para su salud”, ahora las leyes han aumentado la exigencia: “fumar es dañino para su salud”

4. A lo largo de los años empezaron a restringir, poco a poco, el consumo de tabaco. Se establecieron Zonas para fumadores, en los aviones, restaurantes y lugares donde se pensaba que podría ser molesto para otros.

5. A nivel científico fue creciendo la recomendación de no fumar. En muchos foros del mundo, prominentes médicos advertían de los peligros para los fumadores y para las personas que estaban cerca de un fumador (fumadores pasivos).

6. Las campañas fueron multiplicándose por todo el mundo. Impresionó mucho cuando el elegante cow boy que actuaba para la propaganda de “Marlboro” subido en un caballo veloz, murió de cáncer al pulmón, por ser adicto al tabaco. En el Perú también golpeó mucho la muerte de un famoso actor de televisión que había sido un empedernido fumador. Antes de morir hizo una potente campaña satanizando al tabaco como si fuera una de las plagas de Egipto.

7. En los últimos años se prohibió fumar en los aviones y en los lugares públicos. Y así cada vez, los fumadores tienen menos espacio en este mundo, mientras los opositores del tabaco se aventuran a decir que están en extinción. Los “verdes” que se autoproclaman defensores de la ecología, son los principales enemigos del tabaquismo.


¿Cómo empieza un fumador?

1. En el siglo pasado fumaban fundamentalmente los hombres y alguna que otra mujer como excepción. Estaba muy mal visto que una mujer fumara (ahora parece que fuman más que los hombres).

2. El fumar estaba relacionado con una figura varonil. El chico que empezaba a fumar se sentía “más hombre”. Casi marcaba una nueva etapa de su vida, que era dejar la infancia.

3. Las primeras pitadas solían darse entre los amigos. Los mayores se sentían como los maestros de los más jóvenes que se iniciaban con cierto temor en la aventura de fumar, hasta que pudieran hacerlo con soltura. Se imitaba hasta los modos (como había que agarrar el cigarrillo, el “toquecito” que había que darle, cómo encenderlo al tiempo que se hacía la primera aspiración y luego venía algo muy importante: saber expulsar el humo con elegancia. El que tosía o se atosigaba con el humo era mirado como inútil). Todo el tema, desde luego, estaba lleno de situaciones de vanidad.

4. Otros empezaron a fumar por curiosidad o porque pensaron que ya era hora de iniciarse en ese placer de “personas distinguidas”, al menos así lo presentaban las propagandas y estaba hasta en las letras de las canciones: “fumar es un placer genial…”

5. Vendían tabaco rubio y negro. Los había muy baratos al alcance de todos los bolsillos. Los más pobres querían emular a los pudientes y conseguían un solo cigarrillo de los que vendían a granel. Otros, más pobres, recogían los puchos arrojados a medio fumar para darse el placer de una sola bocanada.

6. Así vivía el mundo que estaba lleno de fumadores. En algunos ambientes el humo era tan cargado que casi no se veía a la gente.


¿Qué suelen decir los fumadores?

1. Que es una exageración todo lo que se está haciendo contra ellos. Muchas personas han vivido toda su vida fumando y no les ha pasado nada; además “de algo hay que morir”, al final todos nos vamos a morir.

2. Dicen también que muchas autoridades de nuestra sociedad se preocupan mucho de los efectos negativos del tabaquismo y no se preocupan tanto de otros males sociales que son mucho más graves (la prostitución, la pornografía, el alcoholismo, la ludopatía) y de otros problemas que son mucho más graves como el aborto, la violencia callejera, el terrorismo.


¿Qué podemos decir del cigarrillo y de los fumadores?

1. Los fumadores tienen razón cuando afirman que en nuestra sociedad se le debería dar más importancia a los otros males sociales que al tabaquismo y que en estas campañas, efectivamente, hay una exageración.

2. Nuestra sociedad es permisiva para muchos males que ocasionan daños irreparables y sin embargo está logrando avanzar con bastante éxito en la eliminación del tabaquismo. Si pusiera al menos el mismo esfuerzo en combatir los otros males sería algo muy bueno.

3. Con respecto a los fumadores tendríamos que decir que entre ellos se encuentran personas muy buenas y distinguidas, competentes en sus trabajos y correctos en su vida familiar, cosa que es muy difícil encontrar en las personas atrapadas por los otros males sociales (pornografía, prostitución, alcoholismo, ludopatía, violencia, terrorismo, etc.).

4. La diferencia está en que el cigarrillo no afecta directamente la voluntad tal como lo hacen los otros males. El hombre que fuma puede permanecer en el bien y cumplir con sus trabajos y compromisos.

5. Sin embargo el cigarrillo puede afectar la salud del fumador y de las personas que están cerca como también al alpinista y a los que están a su lado le puede afectar las condiciones de la montaña (frío, tormenta, aluviones), o al corredor de carros y a los espectadores les afectaría bastante si ocurre un accidente. Son situaciones de riesgo que se pasan y que también se podrían evitar.

6. Los que hemos dejado de fumar solemos estar bastante contentos de haber tomado esa decisión. Nos gustaría que otros también se animen. No hay ningún argumento a favor, más que la libertad del placer, que defienda la bondad del cigarrillo. Existen más bien argumentos en contra que son cada día más contundentes, sin las exageraciones de los extremistas.

7. El sentido común y la prudencia le deben advertir al que de ninguna manera debe fumar por tener ciertos problemas que podrían derivar en un daño irreparable. Tuve que enterrar a un amigo al que todos le advertíamos que no fumara, pero él, terco sin argumentos, murió en su ley.

8. Es pecado lo que se opone a la ley de Dios. El 5to. mandamiento dice: No matar. Los vicios que hacen daño al organismo estarían catalogados dentro de este mandamiento. Si el que fuma no debería fumar porque le hace daño estaría pecando contra este mandamiento. Al que parece que no le hace daño podríamos animarle a que mejor se aleje del tabaco (por todo lo que se dice), como le diríamos a un familiar que le gusta mucho el deporte de aventura: “ten cuidado porque estás arriesgando tu vida… no vaya a ser que…. Tú verás". Siempre es bueno respetar la libertad de los demás.

y ustedes, ¿qué piensan? Agradecemos sus comentarios.

Atentamente
P. Manuel Tamayo

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