jueves, mayo 17, 2012


AMAR ES MUCHO MÁS QUE TOLERAR
Al terminar de leer el artículo “El ateo, el marxista y el intolerante”, que escribió Alfredo Bullard en “El Comercio”  saqué rápidamente el lapicero para apuntar la avalancha de respuestas que se me venían a la cabeza. El artículo, a primera vista parece muy persuasivo, sin embargo pone en berlina a los católicos que profesan la fe tal como lo enseña la Iglesia.
Sin mayor explicación afirma que un cristiano intolerante convertirá su fe en dogma y se condenará a la ignorancia”  acaso no sabe que la fe es creer en los dogmas que enseña la Iglesia y que la defensa de la fe es la defensa de la verdad. No es que la verdad se tenga que adaptar a los tiempos, son los tiempos los que deben adaptarse a la verdad.
Dentro del contexto que estamos considerando podría parecer que Jesucristo sería el mayor intolerante de todos los tiempos, porque predicó la verdad, que no estaba de moda, y el mundo la rechazó. No toleraron a Cristo y lo mataron de una manara brutal. El que rechaza la verdad se equivoca. La verdad se debe amar y la verdad lleva al amor, que es mucho más fuerte que la tolerancia.
El que ama se moja, interviene, da la cara y corre el riesgo de ser rechazado y criticado, como Jesucristo. La historia está llena de mártires que han sabido dar la vida por la fe. Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos” y Jesucristo llama amigo al que hace lo que Él dice. Esa es la mejor definición de amistad. El mejor amigo sería el que dice la verdad y consigue que el otro sea libre y feliz.
El que ama de verdad conoce bien y se entera bien de las cosas. Al que le falta amor se queda en la superficie, no se da cuenta. Su profundidad podría ser meramente intelectual, de libro, teórica y no la del amor. El que ama está presente y está a gusto porque tiene el corazón en las personas que trata. Las trata con el cuidado de un padre o de una madre, le interesa mucho el bien de los demás. El que tolera tiene un “respeto” de poca categoría humana. Su tolerancia le lleva a cuidarse él colocándose a una “prudente” distancia para no “mojarse” y no “complicarse la vida”, tiene miedo y la Sagrada Escritura dice: “el que tiene miedo no sabe querer”

¿Quién elige: Dios o el hombre?
En otro párrafo de su artículo el Sr. Bullard afirma que “el mayor valor de la educación del hombre no está en la convicción final, sino en el proceso de su elección”  Habría que atender antes a lo que dice Jesucristo y está recogido en los evangelios: “no me han elegido ustedes sino que yo los he elegido para que vayan y den fruto y el fruto permanezca”  
El hombre presuntuoso quiere enmendarle la plana a Dios y elegir él. Religión significa: elección de Dios. Dios nos elige dándonos un deber (los mandamientos) y una misión (hacer lo que Él quiere), para ambas cosas se requiere de la obediencia. El que sabe obedecer es el que aprende a amar. “Si guardan mis mandamientos permanecerán en mi amor”  y entiende bien lo que es la autoridad. Nadie tiene más autoridad que el que sabe amar. Por lo tanto lo sensato será elegir obedecer y obedecer es amar. Cristo nos enseña a amar obedeciendo a Dios Padre y fue obediente hasta morir en la cruz. Nadie puede decir que sabe amar sacando el pie del plato con una presuntuosa desobediencia.
En cuestiones de fe no caben “libres pensadores” sino más bien los humildes pensadores que saben que hay una Verdad que los supera y es la que viene de la Autoridad de Dios, que no puede engañarse ni engañarnos. Verdad que acepta el buen cristiano y engrandece su espíritu, se hace un gigante. El hombre de fe no es un amilanado o reprimido que se encuentra sometido por una autoridad que lo oprime y no lo deja ni respirar. El hombre de fe es totalmente libre porque fue rescatado por la verdad y por lo tanto sabe amar con una comprensión extraordinaria que lo llena de paz.
El cristianismo no es la tolerancia sino el amor. El que defiende la fe con la vida (la verdad) no es intolerante,  es el que más ama. El amor es mucho más que la tolerancia.

Agradecemos sus comentarios
      


1 comentario:

.................................................... dijo...

Enrique Carrión dice:
Este artículo está lleno de luz intelectual. Pero la triste realidad es que "los hombres prefirieron las tinieblas a la luz". Y las siguen prefiriendo. La VERDAD es un tema que ya no interesa, vivimos una época de crisis intelectual, moral y espiritual. Afortunadamente hay quienes no han sido ganados por las tinieblas y otros que sólo han sido hipnotizados. Su artículo sirva para confirmar en la fe a
unos y despertar a otros.