jueves, setiembre 05, 2013


Con la fuerza de la oración junto al Papa
¡NO A LA GUERRA!

El domingo pasado el papa Francisco antes de rezar la oración del ángelus en la plaza de San Pedro, realizó un fuerte apelo y convocó a una jornada de ayuno por la paz en Siria y en el mundo, que se celebrará el próximo sábado 7 de septiembre:

“Queridos hermanos y hermanas, buen día.
Hoy quiero hacerme intérprete del grito que sube desde cada parte de la tierra, desde cada pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: es el grito de la paz.
Es el grito que dice con fuerza: queremos un mundo de paz. Queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en esta sociedad nuestra, destrozada por divisiones y conflictos estalle la paz.
¡Nunca más la guerra, nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precisos que tiene que ser promovido y protegido.
Vivo con particular sufrimiento y preocupación las diversas situaciones de conflicto que hay en nuestro mundo, pero en estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por las dramáticas perspectivas que se prospectan.
Dirijo un fuerte apelo por la paz, un apelo que nace del interior de nosotros mismos. ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor llevó y lleva el uso de las armas en este martirizado país. Especialmente entre la población civil e inerme. Pensemos a los niños no podrán ver la luz del futuro.
Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas. Les digo que conservo aún fijas en la mente y en el corazón las terribles imágenes que vi en los días pasado. ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones del que no se puede huir!
El uso de la violencia nunca trae la paz. La guerra engendra guerra, la violencia engendra violencia. Con toda mi fuerza pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de la propia conciencia, de no cerrarse en los intereses propios, pero que miren al otro como a un hermano y que tomen posición con decisión el camino del encuentro y del negociado, superando la ciega contraposición.
Con la misma fuerza exhorto también a la comunidad internacional de manera que haga un esfuerzo para promover, sin ulterior indulgencia, iniciativas claras por la paz en ese país, basadas en el diálogo y la negociación, en el bien de la población Siria. No sea ahorrado ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a quien fue golpeado por este terrible conflicto. En particular a los desplazados en el país y a los numerosos prófugos en los países vecinos. A los operadores humanitarios empeñados en aliviar el sufrimiento de la población, le sea asegurada la posibilidad de dar la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el papa Juan, a todos nos corresponde la tarea de recomponer la relación de convivencia en la justicia y el amor. Una cadena de empeño por la paz una a todos los hombre y mujeres de buena voluntad.
Y hago una fuerte e insistente invitación a toda la Iglesia católica y también la extiendo a los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de cada religión, y también a los hermanos y hermanas que no creen. La paz es un bien que supera cualquier las barrera porque es un bien de toda la humanidad.
Repito en alta voz: No es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia de los pueblos y entre los pueblos; sino aquella: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo, esta es el único camino hacia la paz. El grito de paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos, y todos depongan las armas y se dejen guiar del anhelo de paz.
Por esto, hermanos y hermanas, he decidido de convocar para toda la Iglesia, el 7 de septiembre próximo -vigilia de la Natividad de María Reina de la Paz- una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en el Medio Oriente y en todo el mundo.
Y también invito a unirse a esta iniciativa, de la manera que consideren más oportuna a los hermanos cristianos no católicos, a los que pertenecen a otras religiones y a los hombres de buena voluntad.
El 7 de septiembre en la plaza de San Pedro, aquí desde las 19 a las 24 horas, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don en favor de la amada nación Siria y por todas las situaciones de conflictos y violencias en el mundo.
La humanidad necesita ver gestos de paz y oír palabras de esperanza y de paz. Pido a todas las Iglesias particulares que además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención.
A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, la reconciliación y del amor. Ella es madre. Que ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. ¡Ayúdanos María a superar este difícil momento y a empeñarnos cada día, en cada ambiente, en una auténtica cultura del encuentro y de la paz.
María reina de la paz, ruega por nosotros. Todos: María reina de la paz ruega por nosotros".


Repercusión mundial

Desde todo el mundo llegan los ecos del apelo que el papa Francisco hizo el domingo pasado, invitando a un día de ayuno y oración por la paz en Siria y en el mundo, que realizará este sábado 7, y que tendrá su máxima expresión en la vigilia en la plaza de San Pedro.

En el Vaticano la Secretaría de Estado invitó el jueves por la mañana a los embajadores acreditados ante la Santa Sede a una reunión sobre el significado de la iniciativa. Lo indicó hoy el director de la oficina de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi. Añadió que las conferencias episcopales y dicasterios relacionados con las diversas Iglesias cristianas y otras religiones se están empeñando en hacer conocer el evento. Sobre el programa para la vigilia, por ahora está previsto el rezo del santo rosario, la adoración eucarística y una meditación del papa Francisco.

En Siria, el arzobispo Roham, metropolíta sirio-ortodoxo invitó a sus fieles y a los que se encuentran en la diáspora a participar de la invitación del santo padre. Y precisó: “Adherimos con convicción al apelo del Papa,  porque como dice el evangelio de Mateo “este tipo de demonios -como la guerra y la violencia- no se expulsa si no con la oración y el ayuno”.

El metropolitano, que en breve estará en el Líbano y en Turquía por motivos pastorales, le aseguró a la agencia de noticias FIDES que “todas las comunidades ortodoxas y protestantes de diversas confesiones, en el Líbano y otras naciones de Medio Oriente, se están movilizando para rezar y ayunar juntos este sábado”.

El gran mufti de Siria, Ahmad Badreddin Hassoy, líder del islam sunita, indicó que le gustaría estar con el Papa en la plaza de San Pedro. E indicó que los musulmanes realizarán una jornada de oración y ayuno, como invitó el santo padre.

También desde Tierra Santa los obispos indicaron: “Cada ordinario en su diócesis, eparquía o exarcado, cada párroco, e instituto religioso organizarán la jornada como más conviene”.

El cardenal maronita de Beirut, el cardenal Bechara Rai, visitó al patriarca griego ortodoxo de Antioquía, Youhanna Yazige, y los dos afirmaron que estaban profundamente confortados por el apelo del papa, y que organizarán la jornada en sus respectivas comunidades.

La convocatoria del papa “es fundamental para abrir las puertas a una solución pacífica”, indicó a Asia News, Ridwan Al-Sayyd, un musulmán experto de islam para la revista al-Ijtihad. Y consideró que los musulmanes además de adherir a la iniciativa harán todo para difundirla.

Los consagrados de todo el mundo se unirán, como lo confirma el cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada, que en una carta enviada a todos los religiosos precisa la necesidad que “prevalga la cultura del encuentro”. Y añade que además de los actos litúrgicos en las iglesias, deben realizarse también “en cada comunidad de religiosos y de vida consagrada”.

En Italia la Conferencia Episcopal al invitar al evento, añade: “Hemos dado sugerencias, pero cada uno tiene la experiencia y la fantasía para realizar los momentos de reunión”. Además llega la adhesión de diversos movimientos, como los Focolari y sant'Egidio, que han participado en mediaciones internacionales.
También desde América Latina, algunos presidentes confirmaron que se sumarán a la jornada de oración y ayuno.

Nosotros también acompañaremos al Santo Padre en esta jornada de oración y ayuno.

No hay comentarios.: