jueves, agosto 18, 2011

Crear espacios de libertad para las personas leales que pueden rendir más

INCOMPATIBILIDAD DE PERSONALIDADES

Grandes problemas surgen cuando los seres humanos no saben superar, en sus relaciones con los demás, una incompatibilidad de caracteres. Cuando los distintos temperamentos y modos de ver la vida o de enfocar las cosas, entran en conflicto.

Estas incompatibilidades se pueden dar en la casa, entre los mismos familiares: esposos, hijos, hermanos… originándose peleas que los llevan a distanciarse por un tiempo corto, largo, o para toda la vida. “No me cae, o no tengo química con esa persona” es lo que dicen los que no se acomodan a la vida del otro y quieren evitarlo.

La incompatibilidad de personalidades le agrega un matiz positivo a la incompatibilidad de caracteres. Ahora se trata de poner el acento en personalidades valiosas que no pueden salir adelante porque hay otras, también de valía, que tienen otro estilo o modo de organizarse. El problema no es que choquen y se peleen sino la disminución de sus posibilidades, por presencia de otras personas, o porque no les va el modo que tienen de trabajar.

La incompatibilidad de caracteres se soluciona cuando las personas aceptan las diferencias o los modos de ser distinto de los demás. Una persona que lucha por ser mejor encuentra el camino para llevarse bien con personas que no piensan como él o que tienen otros gustos y costumbres.

El arte de una buena dirección

En cambio para la incompatibilidad de personalidades, cuando se trata por ejemplo de una institución o empresa, se necesita un tercero que sepa, con arte y habilidad, sacarle el mejor provecho a cada personalidad. Dicho en otras palabras: encontrar al artista para que consiga que las personalidades incompatibles puedan rendir al máximo y sentirse libres.

No es fácil encontrar un artífice que haga esa obra humana, que a primera vista parece muy dificultosa, por la complejidad de los modos y capacidades de las personas y por la línea que la empresa quiera tener. Sin embargo son necesarios esos artesanos para encontrar ambientes adecuados y conseguir que esas personas, que pueden rendir mejor, funcionen bien desarrollando sus capacidades en un clima de libertad y no se desperdicien en tareas que no son para ellos.

Reconciliación con oportunidades para que todos rindan

Cuando dos personas se pelean lo primero que hay que hacer es separarlas para que no se hagan daño, luego habrá que ver de qué se trata, porque la mayor parte de las veces el camino es la reconciliación y el perdón. Si hubo pelea deben reconciliarse. En el caso de la incompatibilidad de personalidades no hay necesariamente una pelea, no es el conflicto lo que preocupa sino el bajo rendimiento, o el desperdicio de las habilidades de una persona por estar haciendo una actividad de “relleno” en vez de dedicarse a lo que puede hacer muy bien. Las personas también podrían sentirse incómodas y generar conflictos entre ellos por tener distintos criterios o posturas.

Pueden haber situaciones de la vida que le exijan a una persona el sacrificio de no desarrollar sus capacidades en el campo ideal, de acuerdo a sus gustos y preferencias, y tenga que pasar parte de la vida o la vida entera al servicio de una causa urgente y necesaria. Esto puede pasar y es loable y heroico en la vida de algunas personas, sin embargo no puede ser una regla para aplicarla a todos. Es muy importante poner el acento en las personas concretas para no crear “teorías” fijas que las perjudiquen.

Los motivos “políticos” o las “razones” de los grupos

Cuando daño hace la política que no camina con la verdad de las capacidades humanas sino con razones de conveniencia de los grupos. Por este motivo cada día más personas valiosas son dejadas de lado.

También lo vemos en las instituciones castrenses cuando pasan al retiro, por motivos políticos, a oficiales que merecen el nombramiento del puesto que les toca y porque además son personas que pueden hacer un bien enorme por sus cualidades y disposiciones.

Si se quiere sacar todo el provecho a las cualidades de las personas se debe mirar siempre la lealtad de su trayectoria, su capacidad de servicio y el desinterés en los protagonismos o prebendas personales.

En nuestra sociedad existen quienes saben promocionar adecuadamente a las personas de acuerdo a su propia valía, (sin inflar nada ni dorar la píldora, sin tarjetazas ni influencias). Quienes tienen la fortuna de encontrarse con ellos no están frente a un “padrino” que los favorece. Están frente a un descubridor de talentos honrado que dice la verdad y consigue que las personas rindan de acuerdo a sus capacidades.

No es buen sistema recortarle “las alas” a nadie. Hoy, lamentablemente, muchos están sin rendir todo lo que pueden, por culpa de terceros. Esperan el momento (que tal vez no llegue nunca) de tener la oportunidad para desarrollar sus capacidades en algo que valga la pena, y al encontrarse con las puertas y los caminos cerrados, la vida se les pasa sin pena ni gloria.

El mejor trato con las personas nunca será decirles “tú quédate allí abajo tranquilo, no hagas problemas, porque hay otros, mejores que tú que lo van a resolver todo” Al contrario (y convencidos plenamente de que todos son útiles) se debe animar a las personas admirando sus trabajos y logros. Que todos se sientan útiles porque realmente lo son. Es mucho más inútil el que ve que los demás lo son.

Callarse y no decir nada sobre el trabajo y la valía de una persona puede ser una falta grave de caridad. En este tema los silencios no son adecuados. Tampoco los gestos diplomáticos del que quiere contentar o suavizar, sin tener él una auténtica valoración. Los elogios falsos hieren más que los silencios. Quien sabe valorar a las personas sabe también reprender cuando alguien no trabaja bien. Al que tiene prestigio y autoridad se le escucha todo.

Algo que nunca debe faltar: el aprecio real por las personas

El aprecio real por las personas (hoy hay mucha hipocresía), genera una comunicación sincera y grata a la vez. El hombre que sabe querer consigue que las personalidades no se encojan por problemas de incompatibilidad. Entenderá que muchas veces la solución no estará en los recortes, sino en los espacios de libertad que suelen ser aceptados por los que tienen sentido común y no están “amarrados” con alguna política que les favorece.

Cuando las diferentes personalidades se sienten apoyados y pueden volar alto, son muy útiles para todos. Además estarán felices de contribuir con sus logros para el bien de la sociedad.

Agradecemos sus comentarios

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los head hunters hacen el trabajo de descubrir talentos para llevarlos a que rindan, cuando hay la suere de encontrarselos en la vida, pero lo importante es cuando esto no sucede, entonces lo que debe hacer la persona es irse autoeducando al maximo posible conservando su etica -cuestion hoy dia venida a menos- y maximo bienestar posible amandose esmeradamente sabiendo que su momento llegara. Si, cultivando la esperanza.