martes, junio 09, 2015

Teología de la Liberación (III)

MONSEÑOR ROMERO, su amor a los pobres y su relación con el Opus Dei.

(Fuente: ACI Prensa)
 El Papa Francisco proclamó Beato al Arzobispo de San Salvador, Mons. Óscar Romero, y determinó que su fiesta se celebre el 24 de marzo de cada año.

 Mons. Romero fue asesinado por odio a la fe el 24 de marzo de 1980, en medio de una naciente guerra civil entre la guerrilla de izquierda y el gobierno dictatorial de derecha. A inicios de este año, el Papa Francisco aprobó que se proclame su martirio y se celebre la ceremonia de beatificación. El evento comenzó a las 10:00 a.m. (hora local), ante una multitud de aproximadamente 300 mil personas, que colmaron las avenidas aledañas a la Plaza Salvador del Mundo de San Salvador.

 Al inicio de la ceremonia, el actual Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas leyó un mensaje pidiendo al Papa Francisco “que se digne a inscribir a Mons. Romero en el número de los beatos. En respuesta al pedido de Mons. Escobar, en una carta leída primero en latín y luego en español, el Papa Francisco señaló que “para colmar la esperanza de muchísimos fieles cristianos” en virtud de su autoridad apostólica facultó a que en adelante a Mons. Romero “se le llame Beato y se celebre su fiesta el día veinticuatro de marzo, en que nació para el cielo”. El Santo Padre describió al ahora Beato salvadoreño como “Obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico del Reino de Dios”.

 Mons. Óscar Arnulfo Romero Galdámez gobernó durante tres años la Arquidiócesis de San Salvador. Su preocupación por la profunda pobreza en el país llevó a que muchos lo consideraran marxista y cercano a la guerrilla que en esos años comenzaba a perpetrar atentados en el país.
La guerra civil entre la guerrilla marxista y el gobierno dictatorial de derecha, que se extendería por doce años, se estaba gestando en 1980. El 24 de marzo de ese año, mientras celebraba Misa en la capilla del hospital La Divina Providencia, fue asesinado de un disparo. Hasta la fecha no se conoce la identidad del asesino, pero las investigaciones realizadas apuntan a un grupo de aniquilación vinculado al Ejército.

 Relación estrecha entre Mons. Romero y el Opus Dei
 El hoy Beato Mons. Óscar Romero encontró dirección espiritual y confesores en los sacerdotes del Opus Dei en San Salvador (El Salvador), y tuvo un profundo cariño por la institución. Sin embargo, los hechos que rodean esta cercanía se han visto opacados por la polarización que vive ese país.
 El Arzobispo mártir de San Salvador tuvo como director espiritual, desde inicio de la década de 1960, a un sacerdote del Opus Dei. Se trataba del P. Juan Aznar, a quien le aseguraría luego en cartas que “nadie más que usted mismo comprende mi alma” y que “no olvido nunca sus sabias orientaciones”.

 Más adelante, cuando el P. Aznar tuvo que viajar a Costa Rica, asumiría como su nuevo director espiritual y confesor el entonces P. Fernando Sáenz Lacalle –también del Opus Dei–, que algunos años más tarde sería también Arzobispo de San Salvador.

 Carlos Mayora Re, periodista decía en su columna de “El Diario”: “Yo me hice la pregunta ‘¿cuál es la relación de Mons. Romero con el Opus Dei?', pero más importante es ¿por qué se relaciona Mons. Romero con el Opus Dei?”, dijo, apuntando a la “relación ininterrumpida” entre la década de 1960 hasta el día de su muerte.

 El 8 de octubre de 1974, Mons. Romero, entonces recientemente nombrado Obispo de Santiago de María (El Salvador), se reunió con San Josemaría Escrivá. Ese encuentro, según relató el Prelado salvadoreño a un sacerdote del Opus Dei, lo “había dejado hondamente impresionado”, y señaló que se sintió “confortado en su fe por San Josemaría y que el fundador del Opus Dei le había abrazado, haciéndole sentirse querido y acompañado”.

 Para Mayora Re, el factor clave para la cercanía de Mons. Romero con el Opus Dei fue que el nuevo Beato “tenía muy clara la llamada universal a la santidad, que después la recoge el Concilio Vaticano II, que es además el núcleo del espíritu del Opus Dei”.

“A nivel personal hay una relación de amistad y de concordancia en cuanto a la búsqueda de la santidad”, dijo.
 Mayora Re criticó a autores como la cubana María López Vigil, autora del libro “Piezas para un retrato”, sobre la vida de Mons. Romero porque “hay varias citas con respecto al Opus Dei que están realmente distorsionadas, porque no se concuerdan lo que Mons. Romero dice y hace, con lo que está ahí recogido”. Este tipo de autores, señaló, dicen que Mons. Romero se alejó del Opus Dei porque este era conservador y él ya no era conservador. Esto, sin embargo, no encuentra asidero en los hechos.

En marzo de 1979, por ejemplo, Mons. Romero expresó su aprecio y bendición a la Obra en una foto firmada: “Bendigo con cariño de pastor y amigo al ‘Opus Dei’ en nuestra Arquidiócesis”, escribió en esa ocasión.


Los cuidados de la Iglesia para que la teología pueda liberar a los hombres
  1. Que los sacerdotes predique que Jesucristo vino para liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y para anunciar el reino de los Cielos.
  1. Que la Liturgia de la Misa consiga acercar a la gente a Dios fomentando la unión y la comunión de todos los hombres.
  1. Que los hombres quieran a los hombres y que se llegue a la justicia con la caridad: el hombre necesita de Dios para querer a los hombres y para poder darle a cada uno lo suyo.
  1. Fomentar y conseguir la unidad del clero con el Papa y los obispos. Que todo el clero esté unido y no dividido. Que al interior de la Iglesia reine la obediencia.
  1. La Iglesia nunca apoyará a las guerrillas o movimientos subversivos, no apoyará nunca la violencia. No se debe matar en nombre de Dios.
  1. El Reino de Dios no puede ser confundido con "el reino del hombre". El reino de Dios está en los Cielos y la Iglesia procura que todos lleguen a ese lugar de felicidad eterna.
  1. La fe no es la fidelidad a la historia. La fe es una virtud sobrenatural por la cual creemos lo que Dios ha revelado, por la autoridad misma de Dios y no por la razón. La esperanza no es una simple confianza en el futuro sino en la meta de felicidad que nos espera en el Cielo si ponemos los medios para llegar y la caridad no se reduce a una opción por los pobres, Cristo muere por todos los hombres y nos pide querer a todos los hombres. Las virtudes Teologales no son humanas, son sobrenaturales.
  1. La opción por los pobres puede ser preferencial pero no es exclusiva ni excluyente. Si la caridad se identifica con una radical "opción por los pobres", exige automáticamente la lucha de clases y por tanto ya no se puede amar a todo hombre sin importar su clase social ni se puede uno acercar a un rico por el camino del diálogo, de la persuasión en la paz.
  1. La Iglesia está fundada por Jesucristo que es su cabeza y es el “arca de Salvación” donde se encuentran los sacramentos que elevan al hombre a una vida sobrenatural. No se puede considerar a la Iglesia simplemente como una realidad histórica, resultado de fuerzas socio-económicas, sin carácter sobrenatural.
  1. La Santa Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz. La Santa Misa une a todos en el amor y adoración a Dios. El que participa de la Santa Misa sale con una gran paz en su alma.
  1. La Jerarquía de la Iglesia está al servicio de todos los fieles. Viven unidos al Papa y entregados a Dios para poder cumplir la misión que el mismo Señor les ha encargado: propagar el evangelio por todo el mundo. Los fieles leen la Biblia dentro de la Iglesia que está asistida por el Espíritu Santo. La misión de la Iglesia es sobrenatural.

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