viernes, mayo 01, 2009

Las campanas que no suenan
LA VERDADERA PANDEMIA

Los que tocan las campanas coberturas mediáticas
Es impresionante la cobertura mediática que está teniendo la extensión de la Pandemia de la gripe porcina en el mundo. La noticia ocupa los principales titulares de los diarios y los reportajes y entrevistas de la televisión.

Los medios de información han conseguido tener a millones de personas siguiendo las noticias con angustias y pánicos más graves que los que puedan producir las mejores películas de terror.

Como siempre, muchos aprovechan la ocasión para tapar otros problemas. Es una extraordinaria cortina de humo a nivel mundial que puede ser aprovechada por todos los que están acostumbrados a distraer a la gente para seguir manipulando o medrando.

Si nos fijamos bien, hasta la fecha, el número total de víctimas de esta gripe porcina podría ser semejante al de un pequeño terremoto en algún lugar del mundo, pero, por la cobertura mediática que está teniendo, pareciera que se trata de millones de víctimas y que en cualquier momento todos podríamos estar involucrados.

Las campanas que no suenan

Sin pretender quitarle importancia a la gravedad de esta nueva enfermedad y a su crecimiento o expansión, quisiéramos hacer una reflexión sobre el entorno en el cual aparece y comprobar que unas campanas suenan fuerte para unos temas y se silencian para otros. Y ver también que los "campaneros" son los mismos de siempre.

Como punto de partida para nuestra reflexión queremos anotar que esta enfermedad se inicia en Norteamérica (México y los Estados Unidos), dos países vecinos que han tenido últimamente unas aproximaciones políticas que no han estado dirigidas a la defensa de la vida.

Recordamos que el Presidente de los Estados Unidos firmó la aprobación de un presupuesto para una investigación genética que permitía el aborto. Días antes de la aparición de la enfermedad el mismo presidente visitaba México cuando el gobierno del país azteca estudiaba la aprobación de una ley que favorecía a las drogas. No podemos olvidar que en estos momentos, el país de la Virgen de Guadalupe, tiene un problema grande de corrupción que involucra carteles poderosos que trafican con la droga.

Unos días antes un parlamento europeo condenaba las palabras que el Papa Benedicto XVI había pronunciado en su viaje al África cuando les advertía que el uso del preservativo no era la solución para el Sida y que por el contrario podría agravar más el problema.

Los mismos “campaneros” que le dan un sesgo político a las noticias apartándose de la verdad con críticas desatinadas o con silencios graves, son los que tocan ahora las campanas de las grandes tragedias de la humanidad “colando el mosquito y tragándose el camello”



Las verdaderas pandemias:


1. Libertinaje sexual: Pandemia moral que ha ido creciendo en el mundo y que muchos le dan luz verde a pesar de las consecuencias desastrosas en muchos jóvenes que han malogrados sus vidas y no son felices.
2. El aborto: Que mata millones de niños en el mundo, frente a la indiferencia e ignorancia de miles y la malicia de unos pocos que se llenan los bolsillos sin ningún escrúpulo. Todavía hay países que quieren legalizarlo.
3. La expansión del Sida: Pandemia que ya ha matado a millones y sigue extendiéndose por todo el mundo por el libertinaje sexual permitido y por la fragilidad de las campañas de previsión que no tienen en cuenta los aspectos morales, que son los de fondo para solucionar el problema.
4. El alcoholismo y las drogas: Todos saben que es otra Pandemia que mata a muchos y causa destrozos en la familia y en la sociedad. Las campañas contra estos vicios son “políticas” de hipócritas (moneda de dos caras), por un lado se anuncian leyes y sanciones y por el otro se permiten negociados debajo de la mesa. Tampoco se dan sanciones para los consumidores. Falta valentía y coherencia para enfrentar el tema y una educación más seria y profunda.
5. El exceso de las diversiones y la ludopatía: Alimentada por el mal uso de las técnicas modernas (televisión, computadora, celulares). Los excesos en los juegos y tratar de convertir la vida en un paraíso de diversión (error de vida que puede costar caro). Aumento de problemas de personalidad motivada por una falsa jerarquía de valores. La pandemia de las personas que no saben qué hacer con su vida porque lo único que hicieron en su vida fue divertirse.
6. La hipocresía y la mentira: Es la Pandemia más grande que involucra a las anteriores. Los “campaneros” de hoy se dedican a mentir y a ocultar hipócritamente la verdad, se callan en “siete idiomas”, hay un acuerdo tácito.


¡No se pueden tocar las campanas de la verdad!

Si alguno se le ocurre tocar demasiado fuerte la campana de las verdaderas pandemias los “campaneros” del sistema político y mediático se le van encima y lo atacan de irresponsable (como hizo un parlamento europeo con el Papa).

Al que dice la verdad lo llamarán retrógrado, o pesimista, enemigo de la modernidad, o aguafiestas y exagerado. Le pondrán el cartel de “moralista” y cerrado, o dictatorial y dogmático.

Las campanas de la verdad son las que quitan el temor y el miedo y son las que hay que tocar sin miedo. Los campaneros mediáticos dirán: “¡No toque Ud. esa campana!” , “¡manténgase en silencio!”, “¡tenga perfil bajo!” Harán todo lo posible para que todos vean al que dice la verdad como un irresponsable o imprudente.

El amor a la Verdad

Los dueños de la mentira no son los dueños del mundo. Lo que crece con la mentira tarde o temprano se desmorona. Vale la pena vivir con la verdad aunque se pase toda la vida con los ataques de la mentira. La defensa de la vida no es una guerra perdida. Ganará siempre el que tiene la verdad y no el que quiere inventarla con sus mentiras.

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