jueves, junio 09, 2011


Conocer la realidad de las personas

TRABAJAR PARA DENTRO

En el mundo abundan las teorías sobre el hombre que son como los vestidos o ternos que hay en las sastrerías esperando que el cliente venga a medirse a ver si le hace o no lo que ya está fabricado.

Muchos teóricos quisieran encajar al hombre dentro de sus parámetros. No es que estén muy lejos de las principales definiciones atribuibles a las personas y que, en cierta manera, se acomoden bastante bien a los esquemas de esas teorías. Lo que ocurre es que las enormes variedades y diferencias que hay entre los seres humanos no las pueden captar las teorías generales.

El mundo habla mucho del hombre pero vemos que la grandes mayorías no conocen a los hombres y a sus manifestaciones sociales. La falta de conocimiento puede conducir a una falta de entendimiento y a un desinterés total de unos por otros. Cuando algún emprendedor ha querido lidiar con un grupo humano, que no es de su entorno, con la intención de sacar adelante una iniciativa, se ha encontrado serios tropiezos y muchas dificultades para saber qué camino tomar; a pesar de usar argumentos, que en el papel son razonables y favorables para todos.

Vidas y costumbres distintas

Siempre se ha dicho que el Perú es como un mosaico de razas, costumbres y tradiciones distintas. Las manifestaciones sociales de las personas son totalmente diversas. Dentro de esas variedades culturales descansa un desinterés total de unos por otros. Se conoce la variedad por su originalidad y folklore, para poder decir que es un valor propio de nuestra cultura, sin que exista, para nada, una preocupación por las personas concretas y sus familias. Los conflictos sociales surgen porque a las grandes mayorías no les interesa conocer, ni preocuparse por las personas que no son de su entorno social. Una fotografía clara del descontento se dio en el último proceso electoral.

Por otro lado se habla de un crecimiento económico y del posesionamiento social del país en la región y a nivel internacional. Los gobiernos y las empresas trabajan para afuera. Los números azules y los productos emblemáticos brillan en el mundo junto a unos pocos gurús, que han sabido trabajar muy bien y tienen un gran mérito que vale la pena destacar. Sin embargo cuando vemos a las grandes mayorías, encontramos muchas falencias, sobre todo en los aspectos educativos y culturales. ¿Para quién se está trabajando?

Una educación atrasada y otra desviada

Desde este portal apuntamos siempre a la educación, que es lo más urgente y no deja de ser la cenicienta. El Perú ocupa los últimos lugares. En todo lo que es educación hay depresión y sesgo. La depresión es consecuencia de la crisis de valores que está generalizada en todos los sectores y en la miseria de los ambientes pobres que continúan paupérrimos, sin que se vea una solución a corto plazo. No basta con decir que ahora hay menos pobres que antes, esa es una respuesta alentadora para la economía, pero no para la educación. Al contrario parecería que ahora hay menos educación que antes. Hay más delincuencia y más violencia. La educación no se arregla con el dinero.

El sesgo lo tienen los ambientes educativos con más recursos, que al igual que al Estado, les preocupa más lo de fuera que lo de dentro. Preparan a los alumnos para irse al extranjero a buscar un éxito profesional. Esta es la inercia lógica que hay ahora para el prestigio propio y la mejora económica. No está mal que estos procedimientos continúen con toda la libertad que se pueda dar. Lo malo está en no darse cuenta de lo que hay dentro y no trabajar allí.

Es la educación la que tiene que reaccionar y darse cuenta que se están convirtiendo en empresas económicas competitivas y de mercado para que unos pocos puedan brillar, mientras las mayorías (incluyendo todos los sectores), padecen de un subdesarrollo cultural y muchas veces moral. Se trabaja en el 5to., 6to., 7mo. Piso de un rascacielos y nadie quiere trabajar en los cimientos y en los primeros pisos. La educación debe centrarse en la base si queremos que haya un buen futuro para todos.

Educar es formar personas para que sepan vivir con sus seres queridos

No trabajar para que la gente haga cosas sino trabajar para que la gente sea gente, que es la mejor manera de que se hagan bien las cosas. Formar para la honradez, la sinceridad y el servicio. Para que los seres humanos sepan vivir en familia valorando a cada una de las personas de su casa. La vida familiar se está destruyendo en muchos sectores de la sociedad, peor si se tienen a mano recursos económicos. El dinero sin una orientación noble causa abusos, injusticias e independencias prematuras con fracasos precoces. La orientación de los recursos se debe iniciar desde la unidad del hogar, donde todos se ayudan a salir adelante, reforzando sus propios vínculos familiares, que es quererse cada día más entre todos los miembros de la familia. Los aislamientos de los miembros de una familia son como un cáncer social con resultados nefastos. El hombre ha nacido para comunicarse y la comunicación principal debe darse en el hogar.

El hogar es indispensable para ser libres

Pensar que el hombre fiel es un saco largo y que debería estar más en la calle que en su casa es un considerable error. Las personas buenas son las que ayudan a estar en la casa y fomentan siempre el cariño a la familia. La familia es y será siempre la célula básica de la sociedad. Allí debe estar el futuro de cada uno y de la humanidad en general.

El trabajo de los colegios es para la familias

Los colegios deben trabajar para la familia, que es trabajar para dentro. Es necesario meterse dentro de cada hombre con sus particularidades específicas. Es un grave error fomentar una competividad que haga crecer el ego, la vanidad y una selectividad de casta que discrimina a personas y las margine por completo. Las competencias sanas se deben dar dentro del marco de la caridad con el propósito de que cada alumno tenga un alto nivel de comprensión para tratar a sus compañeros.

Es misión del colegio conseguir ambientes de respeto y veneración al prójimo. Clama al cielo cuando en las instituciones educativas crecen las rivalidades que fomentan peleas y violencias entre los alumnos (del mismo colegio o de colegios distintos). Estas rivalidades crecen cuando el colegio está preocupado en tener un nivel de competividad para situarse dentro del mercado y por perseguir estos objetivos desatiende a las mayorías buscando solo que unos pocos destaquen, para poner en alto el nombre del colegio.

Si todos nos empeñamos en trabajar para dentro, tendremos mejor gente y recién así los niveles para competividad podrán ser verdaderamente altos.

Agradecemos sus comentarios

Conocer la realidad de las personas

TRABAJAR PARA DENTRO

En el mundo abundan las teorías sobre el hombre que son como los vestidos o ternos que hay en las sastrerías esperando que el cliente venga a medirse a ver si le hace o no lo que ya está fabricado.

Muchos teóricos quisieran encajar al hombre dentro de sus parámetros. No es que estén muy lejos de las principales definiciones atribuibles a las personas y que, en cierta manera, se acomoden bastante bien a los esquemas de esas teorías. Lo que ocurre es que las enormes variedades y diferencias que hay entre los seres humanos no las pueden captar las teorías generales.

El mundo habla mucho del hombre pero vemos que la grandes mayorías no conocen a los hombres y a sus manifestaciones sociales. La falta de conocimiento puede conducir a una falta de entendimiento y a un desinterés total de unos por otros. Cuando algún emprendedor ha querido lidiar con un grupo humano, que no es de su entorno, con la intención de sacar adelante una iniciativa, se ha encontrado serios tropiezos y muchas dificultades para saber qué camino tomar; a pesar de usar argumentos, que en el papel son razonables y favorables para todos.

Vidas y costumbres distintas

Siempre se ha dicho que el Perú es como un mosaico de razas, costumbres y tradiciones distintas. Las manifestaciones sociales de las personas son totalmente diversas. Dentro de esas variedades culturales descansa un desinterés total de unos por otros. Se conoce la variedad por su originalidad y folklore, para poder decir que es un valor propio de nuestra cultura, sin que exista, para nada, una preocupación por las personas concretas y sus familias. Los conflictos sociales surgen porque a las grandes mayorías no les interesa conocer, ni preocuparse por las personas que no son de su entorno social. Una fotografía clara del descontento se dio en el último proceso electoral.

Por otro lado se habla de un crecimiento económico y del posesionamiento social del país en la región y a nivel internacional. Los gobiernos y las empresas trabajan para afuera. Los números azules y los productos emblemáticos brillan en el mundo junto a unos pocos gurús, que han sabido trabajar muy bien y tienen un gran mérito que vale la pena destacar. Sin embargo cuando vemos a las grandes mayorías, encontramos muchas falencias, sobre todo en los aspectos educativos y culturales. ¿Para quién se está trabajando?

Una educación atrasada y otra desviada

Desde este portal apuntamos siempre a la educación, que es lo más urgente y no deja de ser la cenicienta. El Perú ocupa los últimos lugares. En todo lo que es educación hay depresión y sesgo. La depresión es consecuencia de la crisis de valores que está generalizada en todos los sectores y en la miseria de los ambientes pobres que continúan paupérrimos, sin que se vea una solución a corto plazo. No basta con decir que ahora hay menos pobres que antes, esa es una respuesta alentadora para la economía, pero no para la educación. Al contrario parecería que ahora hay menos educación que antes. Hay más delincuencia y más violencia. La educación no se arregla con el dinero.

El sesgo lo tienen los ambientes educativos con más recursos, que al igual que al Estado, les preocupa más lo de fuera que lo de dentro. Preparan a los alumnos para irse al extranjero a buscar un éxito profesional. Esta es la inercia lógica que hay ahora para el prestigio propio y la mejora económica. No está mal que estos procedimientos continúen con toda la libertad que se pueda dar. Lo malo está en no darse cuenta de lo que hay dentro y no trabajar allí.

Es la educación la que tiene que reaccionar y darse cuenta que se están convirtiendo en empresas económicas competitivas y de mercado para que unos pocos puedan brillar, mientras las mayorías (incluyendo todos los sectores), padecen de un subdesarrollo cultural y muchas veces moral. Se trabaja en el 5to., 6to., 7mo. Piso de un rascacielos y nadie quiere trabajar en los cimientos y en los primeros pisos. La educación debe centrarse en la base si queremos que haya un buen futuro para todos.

Educar es formar personas para que sepan vivir con sus seres queridos

No trabajar para que la gente haga cosas sino trabajar para que la gente sea gente, que es la mejor manera de que se hagan bien las cosas. Formar para la honradez, la sinceridad y el servicio. Para que los seres humanos sepan vivir en familia valorando a cada una de las personas de su casa. La vida familiar se está destruyendo en muchos sectores de la sociedad, peor si se tienen a mano recursos económicos. El dinero sin una orientación noble causa abusos, injusticias e independencias prematuras con fracasos precoces. La orientación de los recursos se debe iniciar desde la unidad del hogar, donde todos se ayudan a salir adelante, reforzando sus propios vínculos familiares, que es quererse cada día más entre todos los miembros de la familia. Los aislamientos de los miembros de una familia son como un cáncer social con resultados nefastos. El hombre ha nacido para comunicarse y la comunicación principal debe darse en el hogar.

El hogar es indispensable para ser libres

Pensar que el hombre fiel es un saco largo y que debería estar más en la calle que en su casa es un considerable error. Las personas buenas son las que ayudan a estar en la casa y fomentan siempre el cariño a la familia. La familia es y será siempre la célula básica de la sociedad. Allí debe estar el futuro de cada uno y de la humanidad en general.

El trabajo de los colegios es para la familias

Los colegios deben trabajar para la familia, que es trabajar para dentro. Es necesario meterse dentro de cada hombre con sus particularidades específicas. Es un grave error fomentar una competividad que haga crecer el ego, la vanidad y una selectividad de casta que discrimina a personas y las margine por completo. Las competencias sanas se deben dar dentro del marco de la caridad con el propósito de que cada alumno tenga un alto nivel de comprensión para tratar a sus compañeros.

Es misión del colegio conseguir ambientes de respeto y veneración al prójimo. Clama al cielo cuando en las instituciones educativas crecen las rivalidades que fomentan peleas y violencias entre los alumnos (del mismo colegio o de colegios distintos). Estas rivalidades crecen cuando el colegio está preocupado en tener un nivel de competividad para situarse dentro del mercado y por perseguir estos objetivos desatiende a las mayorías buscando solo que unos pocos destaquen, para poner en alto el nombre del colegio.

Si todos nos empeñamos en trabajar para dentro, tendremos mejor gente y recién así los niveles para competividad podrán ser verdaderamente altos.

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