jueves, mayo 08, 2014


En el día de la madre
TODOS TIENEN UNA MADRE
Tal vez nuestros papás son los primeros que nos amaron antes de nuestro nacimiento y cuando mamá dijo: “¡estoy embarazada!” se propagó la noticia entre los familiares y amigos. Una noticia siempre grata para todos por la llegada al mundo de un nuevo ser humano.
La emoción de nuestros padres ya había ido creciendo en el período de gestación, ¿será hombre o mujer? se preguntaban inquietos. Antes era difícil saberlo, ahora con la ecografía se sabe todo. Cuando recibían la noticia se desataba entre ellos una larga conversación: ¿qué nombre le pondremos?,  ¿habrá que comprarle su ropita? ¿qué podrá comer? Si era el primerizo se imaginaban mil cosas esperando con ansias el día del parto, cuando todavía no existía el negocio de la cesárea.
En el día del nacimiento, ¡gran expectativa!, y después las preguntas: ¿a qué hora nació?  ¿cuánto pesa? ¿a quién se parece? ¿ha llorado ya?. Todos querían ver al bebe recién nacido, especialmente los hermanos pequeños peleaban para verlo primero y poder acariciarlo.  En la casa se armaba un alboroto que luego terminaba en fiesta. ¡Ha llegado un niño más a la tierra!   Un niño esperado que es recibido con amor.

El triunfo de la madre
A la madre se le ve como reina que ha traído un ser humano al mundo, que es querido por todos, y lo ha traído con mucho sacrificio y sufrimiento. El nacimiento del hijo ha sido para ella y para toda la familia un gran triunfo. Después de la cruz tenía que venir la alegría, y así se cumplía lo que dice la Biblia: “parirás a tus hijos con dolor”  Ella está ahora feliz y llena de flores, todo el mundo la felicita y cuando mira a su hijo recién nacido se lo come a besos, porque lo quiere con toda su alma. Y al marido se le cae la baba porque ha recibido el mejor regalo de su vida. Feliz con su hijo y hace promesas de cuidarlo mucho.
A partir del nacimiento la madre se encargaría de cuidarlo durante muchos años. Ella está totalmente dispuesta y feliz de cumplir con esa tarea,  incluso le gustaría que fueran más años. Las mamás siempre se sienten mamás, aunque sus hijos sean mayores. No importa la edad, un hijo es un hijo y para la mamá será siempre su hijito querido. El papá está de acuerdo y apoya a su esposa en esa magnífica tarea. Con todos es así en los comienzos. Es lo natural en todo el mundo.

La Virgen María
Todos tenemos una madre en el Cielo que es el modelo de todas las mamás. Jesucristo, el Hijo de Dios, nos la entregó como madre nuestra antes de morir en la Cruz. Nuestra Madre del Cielo es Virgen y Madre.
Todas las personas necesitamos recibir de una mujer la maternidad y la pureza: el cuidado, la protección y el amor limpio, tierno y ordenado. Se dice que no hay un amor como el de la madre, que es incondicional. La madre siempre ama a su hijo, no le puede fallar. Los hijos debemos reconocer ese amor tan importante para crecer como buenas personas. ¡Cuantos recuerdos tenemos de nuestra madre buena!
La corrupción del amor materno
Es muy triste para una persona no tener una madre que lo cuide y lo proteja con el amor de un corazón limpio y ordenado.
Lo peor que le puede pasar a una mujer es que corrompa su corazón y ya no sea la madre del amor hermoso, la que cuida con su pureza a los hijos y por extensión a todos los demás. La Virgen María tiene ese papel y le pide a las mujeres que sean como ella.
Lamentablemente estamos en una época donde vemos que se está extendiendo la corrupción de la mujer que ya no quiere ser madre, para cuidar a sus hijos. Muchas  se están saliendo de sus casas como si la libertad estuviera fuera, en la calle o en alguna actividad más importante que el propio hogar. Están dejándose influenciar por una ideología de género que les está arrancando la belleza de la maternidad.
Las mujeres que se han alejado de un amor limpio y ordenado caen con facilidad en una degradación que las llena de ira y a la larga las esclaviza. Comienzan sacando la bandera de la libertad reclamando los derechos que creen haber perdido y que no tienen nada que ver con la maternidad o la pureza. Penosamente abandonan la esencia de ser mujer entregándose a un libertinaje que las corrompe.
Siempre se ha llamado prostitución a la actividad que ejercen mujeres de mala vida; hoy esas mismas actividades quieren obtener carta de ciudadanía para extenderse a todos los niveles de la sociedad como si fueran opciones libres del amor humano. Este cáncer social, que denigra a la mujer, está matando a la familia y corrompiendo a los hijos desde la infancia. Lo peor que le puede pasar a una sociedad es que la mujer se corrompa. La mujer debe ser el paradigma del amor limpio y ordenado.
Reflexión en el día de la madre
Que el día de la madre sea una toma de conciencia para recuperar la pureza y la belleza de la maternidad y poder decir lo que San Juan Pablo II pedía con fuerza: “¡Familia sé tú!  Buscaba que las familias encontraran nuevamente sus raíces cristianas para volver a ser la célula básica de la sociedad.
Para todas las personas y especialmente para las madres es muy bueno desearles que tengan una familia bien constituida, donde todos se quieran mucho, como la familia de Jesús María y José.
Este buen deseo no tiene punto de comparación con ningún otro que se refiera a la familia. Todos los seres humanos quisieran tener una magnífica familia. No hay que  dejarse engañar por los “arreglos” de quieres le quieren enmendar la plana a la familia cristiana con los errores y las mentiras que hoy pesan en los que se han alejado de Dios con una rebeldía que los empobrece a ellos y a sus familias. 
Solo puede ser familia la que se forma por el amor limpio y ordenado entre el hombre y la mujer que se unen para ser fieles hasta la muerte a través del matrimonio. La tradición milenaria de la familia nos ha traído los mejores recuerdos que puede tener el ser humano para formarse como persona y poder caminar hacia un futuro esperanzador lleno de valores. No hay mejor herencia que dejar, a los que vienen después, una familia ejemplar.
Que podamos decir siempre: “Todos tienen una madre, pero ninguno como la mía”
¡Feliz día mamás! y que tengan el santo orgullo de ser madres.

Agradecemos sus comentarios

1 comentario:

P. Jorge dijo...

P. Manuel:
Muy oportuno y correcto su artículo sobre el día de la Madre. ¿Podría agrupar los artículos no sólo por fechas sino también por temas para ubicarlos más rápidamente?
P. Jorge Peña