domingo, abril 26, 2009


Penosos escándalos
PATERNIDAD IRRESPONSABLE

Hace unos meses los titulares de los periódicos dieron la vuelta al mundo anunciando la paternidad precoz de Alfil Patten, un niño de 12 años que había tenido un hijo con Chantalle Stedman, una adolescente de 15 años. Después de unos días, con los resultados del ADN la noticia se desmentía y al mismo tiempo varios adolescentes se atribuían la paternidad del niño de Chantalle.

El tenor de los comentarios de esta noticia era de rechazo total. Como era posible que un niño de 12 años se pudiera encontrar en esas circunstancias de paternidad precoz y una adolescente de 15 estuviera tan descuidada y a merced de las apetencias sexuales de otros chiquillos tan libertinos como ella. ¿Dónde están los padres?, ¿dónde está la educación?

En nuestro continente otro escándalo mayúsculo llena los titulares de los diarios. El Presidente del Paraguay, el ex obispo católico Fernando Lugo, reconoció haber tenido un hijo que ahora tenía dos años. A los dos días aparecieron otras denuncias que le pedían el reconocimiento de otros hijos con otras mujeres.

Mientras en Paraguay se abría un acalorado debate sobre el celibato, la castidad y los valores como la honestidad, la verdad y la credibilidad, los puntos del presidente bajaban en las encuestas. Había repudio y rechazo general.

Reflexión en los temas de fondo

Hemos escogido estos dos casos públicos que han causado revuelo en el mundo por los escándalos y la consiguiente indignación producida, para hacer una reflexión ponderada.

Nadie en el mundo acepta esas conductas ni los hechos ocurridos de esa manera. En los hechos previos hay muchos descuidos (los padres de los niños y adolescentes en Inglaterra y las autoridades civiles y eclesiásticas en Paraguay). Si se hubieran sabido los hechos antes, las cosas se hubieran podido orientar de distinta manera.

Quienes cometieron estas faltas pecaron de honestidad y dieron muestras de corrupción en materia sexual. En el caso de los niños, la precocidad en las relaciones sexuales y el libertinaje de sus conductas irresponsables (con acciones ocultas y mentiras) son temas que claman al Cielo y deberían tomarse medidas correctivas urgentes. La familia, los educadores y las autoridades respectivas tienen una grave responsabilidad.

En el caso del ex obispo, que tenía un compromiso de castidad, ha engañado a la Iglesia, a sus fieles y a todos los paraguayos y como además llevaba en su campaña electoral la lucha contra la corrupción, él mismo ha caído en su propia telaraña. La imagen que ahora tiene frente al mundo no puede ser peor. Debería renunciar de inmediato a la presidencia, si tiene honestidad.

No son temas políticos, son temas éticos

En esta columna no estamos tocando temas políticos sino temas morales y éticos. Estos sucesos deberían despertar la conciencia de los que se encuentran en caminos de permisividad sexual y libertinaje. Incluso hay algunos que opinan que estas cosas pueden ocurrir en el ámbito de la vida privada sin que tenga repercusión en los trabajos o en la vida política. Craso error.

Son faltas de decencia que van contra la moral y las buenas costumbres, también contra la justicia porque dañan a las personas afectadas y contra la prudencia porque no se miden las consecuencias.

No es necesario reflexionar mucho para ver la difícil situación en la que se pueden encontrar los niños engendrados por esos “padres” irresponsables. Qué difícil es que encuentren el ambiente de una familia. Paternidad no es solo traer hijos al mundo. Los niños necesitan el calor del hogar y del cariño de sus padres.

Los papás de los niños de Inglaterra fallaron en la educación de sus hijos, que todavía estaban bajo la Patria Potestad. Creo que a ningún papá le hubiera gustado pasar por esas experiencias con repercusión mediática.

Hay que tener en cuenta que no son pocos los papás que sufren por la liberalidad de sus hijos en temas sexuales, que muchas veces traen consecuencias similares (niños que vienen al mundo sin el amor de sus padres, rupturas de compromisos y abandono de responsabilidades).

Otros padres no son concientes de la precocidad de sus hijos en temas sexuales, motivados por el mal uso del Internet, el chateo, publicaciones indecentes o malas amistades. Las sorpresas son cada día más dolorosas. Es necesario poner medidas correctivas urgentes para que estos males no se propaguen como una pandemia.

Limpieza de vida y honestidad en las autoridades

Fallan también quienes piensan que una autoridad puede gobernar con una doble moral que es consecuencia de una doble vida, con faltas de honestidad, (mentiras, no decir nada para poder salir airoso frente a situaciones impropias y no ser fiel a los compromisos adquiridos).

Estos casos y muchos otros nos hacen ver que nuestra sociedad necesita un buen baño de ética y de moral.

Se debe empezar desde la educación escolar con los padres de familia. Si es necesario, habría que organizar más escuelas de padres, para despertarles un poco del gran letargo en el que se encuentran algunos y recordarles cuáles son los deberes primordiales en la educación de sus hijos.

También son muy útiles las clases de deontología profesional en los Institutos y universidades. La Iglesia, por su parte no deja de predicar sobre la urgente necesidad de vivir de acuerdo con los Mandamientos, que son las leyes morales que el hombre no puede olvidar. No podemos quedarnos con los brazos cruzados en estos momentos urgentes de crisis universal.

Agradecemos sus comentarios

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